Un asteroide de 1 Km de diámetro tiene una gravedad muy reducida, por lo que uno o varios cohetes iónicos podrían posarse en su superficie, anclarse al terreno y usar el empuje de sus motores para desviarlo de su trayectoria de colisión con la Tierra sin necesidad de despedazarlo.
Si detectamos un meteorito en rumbo de colisión con la Tierra y disponemos de al menos un año para prepararnos, podríamos hacerlo.
El problema es si el tiempo del que disponemos no es suficiente, por eso es preferible prepararnos antes, desarrollar todas las herramientas, técnicas y estrategias posibles de forma que, cuando haga falta, ser capaces de reaccionar en días, en vez de meses.