[muthomi] No parece que ese "evangelio árabe de la infancia" sea una fuente demasiado fiable, no tanto por ser apócrifo cuanto por ser tardío (lo que favorece el lirismo y en cambio dificulta el reflejo de testimonios cercanos).
Así pues, al hilo de los últimos comentarios, creo que es verosímil entender:
- Que la estrella de Belén pudo ser la aparición de un nuevo astro destacado (una nova, por ejemplo).
- Que por su ubicación en la esfera celeste y a la luz de las creencias astrológicas de la época fuese interpretado concretamente como el nacimiento de un rey en Judea.
- Que no fue hasta estar en Jerusalén, capital de Judea, que los Magos tuvieron conocimiento de que no era allí sino en Belén donde tenía que nacer ese Rey, cosa que averiguaron a partir de las profecías y no por que la estrella señalase un sitio diferente.
- Que la estrella sí sirvió de guía físicamente durante el viaje de Jerusalén a Belén (10 km hacia el sur), durante el que se veía al frente, y que pudo señalar un lugar concreto de Belén por "ponerse" (entendido como desaparecer en el horizonte suroeste) justo sobre el Portal, visto desde donde estaban en ese momento los Magos.
De hecho, lo de la columna de fuego sobre el Portal parece más bien un añadido lírico que se haya tomado prestado del libro del Éxodo, de la columna de fuego que separaba a judíos y egipcios justo antes de abrir Moisés las aguas del Mar Rojo.
Un saludo.
Evangelio Árabe de la Infancia (extracto 1):
VII 1. Y la noche misma en que el Señor Jesús nació en Bethlehem de Judea, en la época del rey Herodes, un ángel guardián fue enviado a Persia. Y apareció a las gentes del país bajo la forma de una estrella muy brillante, que iluminaba toda la tierra de los persas. Y, como el 25 dcl primer kanun (fiesta de la Natividad del Cristo) había gran fiesta entre todos los persas, adoradores del fuego y de las estrellas, todos los magos, en pomposo aparato, celebraban magníficamente su solemnidad, cuando de súbito una luz vivísima brilló sobre sus cabezas. Y, dejando sus reyes, sus festines, todas sus diversiones y abandonando sus moradas, salieron a gozar del espectáculo insólito. Y vieron que una estrella ardiente se había levantado sobre Persia, y que, por su claridad, se parecía a un gran sol. Y los reyes dijeron a los sacerdotes en su lengua: ¿Qué es este signo que observamos? Y, como por adivinación, contestaron, sin quererlo: Ha nacido el rey de los reyes, el dios de los dioses, la luz emanada de la luz. Y he aquí que uno de los dioses ha venido a anunciarnos su nacimiento, para que vayamos a ofrecerle presentes, y a adorarlo. Ante cuya revelación, todos, jefes, magistrados, capitanes, se levantaron, y preguntaron a sus sacerdotes: ¿Qué presentes conviene que le llevemos? Y los sacerdotes contestaron: Oro, incienso y mirra. Entonces tres reyes, hijos de los reyes de Persia, tomaron, como por una disposición misteriosa, uno tres libras de oro, otro tres libras de incienso y el tercero tres libras de mirra. Y se revistieron de sus ornamentos preciosos, poniéndose la tiara en la cabeza, y portando su tesoro en las manos.
Evangelio Árabe de la Infancia (extracto 2):
Y, al primer canto del gallo, abandonaron su país, con nueve hombres que los acompañaban, y se pusieron en marcha, guiados por la estrella que les había aparecido. Y el ángel que había arrebatado de Jerusalén al profeta Habacuc, y que había suministrado alimento a Daniel, recluido en la cueva de los leones, en Babilonia, aquel mismo ángel, por la virtud del Espíritu Santo, condujo a los reyes de Persia a Jerusalén, según que Zoroastro lo había predicho. Partidos de Persia al primer canto del gallo, llegaron a Jerusalén al rayar el día, e interrogaron a las gentes de la ciudad, diciendo: ¿Dónde ha nacido el rey que venimos a visitar? Y, a esta pregunta, los habitantes de Jerusalén se agitaron, temerosos, y respondieron que el rey de Judea era Herodes. ....
3. Y los magos abandonaron la audiencia de Herodes, y vieron la estrella, que iba delante de ellos, y que se detuvo por encima de la caverna en que naciera el niño Jesús. En seguida cambiando de forma, la estrella se torné semejante a una columna de fuego y de luz, que iba de la tierra al cielo. Y penetraron en la caverna, donde encontraron a María, a José y al niño envuelto en pañales y recostado en el pesebre. Y, ofreciéndole sus presentes, lo adoraron. Luego saludaron a sus padres, los cuales estaban estupefactos, contemplando a aquellos tres hijos de reyes, con la tiara en la cabeza y arrodillados en adoración ante el recién nacido, sin plantear ninguna cuestión a su respecto. Y María y José les preguntaron: ¿De dónde sois? Y ellos les contestaron: Somos de Persia. Y María y José insistieron: ¿Cuándo habéis salido de allí? Y ellos dijeron:
Ayer tarde había fiesta en nuestra nación. Y, después del festín, uno de nuestros dioses nos advirtió: Levantaos, e id a presentar vuestras ofrendas al rey que ha nacido en Judea. Y, partidos de Persia al primer canto del gallo, hemos llegado hoy a vosotros, a la hora tercera del día.
Tales, no estaba intentando contradecirte. Es más, creo que estamos hablando de lo mismo. Simplemente, partiendo de un razonamiento que has expuesto continúo sobre él, y puede que me líe un poco a la hora de escribirlo.
Al final, lo que quiero decir es que la hipótesis es que la hipótesis que me parece más plausible es que los Magos viesen un fenómeno astronómico allá en el Oriente, que determinasen su posición en un momento determinado del día (al amanecer, al anochecer o en el punto más elevado de su recorrido diario, no en el momento del orto del astro que, por definición, siempre sería en el Este), y que dicha posición no fuese relevante durante el viaje a Jerusalén, pero que se situase frente a ellos en el viaje a Belén (no al norte, como yo decía, sino al Sur, como indica Punt; lo siento, me confundí con Nazareth).
Con esos datos, y los conocimientos adecuados, se podría intentar averiguar el astro del que se habla en la Biblia. Si nos ponemos a buscar un cometa que se dirigiese hacia el Este, estaremos condenados al fracaso.
[anmaco] Leyendo el evangelio, donde los Magos dicen "su estrella hemos visto en el oriente" puede significar más un "cuando nosotros estábamos en el oriente hemos visto su estrella" en lugar de "hemos visto la estrella al mirar hacia el oriente".
[Tales] Desde luego, podría referirse al movimiento errático de los astros móviles por efecto del paralaje, pero no me termina de convencer ya que un movimiento semejante difícilmente puede sufrir cambios bruscos de un día para otro, nunca algo tan brusco como para que los magos entendiesen que la estrella había "detenido" su movimiento en un momento concreto.
Además, la distancia entre Jerusalén y Belén son apenas 10 kilómetros, una distancia que se puede recorrer en muy poco tiempo (desde luego, en aquella época se viajaba poco y era lento, pero gente ya pertrechada para el viaje no pudo tardar demasiado). ¿Puede explicarse que la estrella empezase tan corto viaje "delante de ellos" y que, tras ese viaje de 10 kilómetros, se detuviera "sobre donde estaba el niño"? Imagino que ese moverse y pararse no pudo deberse a un paralaje, ya que exigiría una brusquedad que el paralaje no puede explicar.
Pero hay una alternativa (que habría que dilucidar tirando de los textos originales y no de los traducidos): que cuando la Biblia dice que "llegando, [la estrella] se puso sobre donde estaba el niño" no se refiera a que "se detuvo" sino a que "desapareció tras el horizonte", como cuando decimos que "se puso el Sol".
Si es así, ellos iban siguiendo la estrella desde Jerusalén y, durante el viaje de 10 km, veían la estrella frente a ellos. Llegando a Belén, la estrella estaba tan cerca del horizonte que, en un momento dado, "se puso" y, al "ponerse", desapareció justo tras el edificio en cuyo portal había nacido Jesús, dando así una indicación exacta.
Hay una dificultad: Belén está situada al sur de Jerusalén, de modo que la estrella debía verse en dirección sur mientras "iba frente a ellos", para "ponerse" hacia el suroeste mientras llegaban a Belén. De ahí puede deducirse que, si se trata efectivamente de una estrella que apareció en una constelación, ésta debía ser constelación entre ecuatorial y austral y no septentrional.
Esta interpretación no estaría reñida con el viaje hasta Jerusalén, ya que para ese viaje no habrían seguido la estrella frente a ellos sino que habrían deducido que había que ir a Jerusalén a partir de la constelación donde ésta hubiese aparecido.
Un saludo.
@punt, un astro no te puede guiar físicamente a ningún país concreto, a no ser que, por creencias astrológicas o similares, su propia aparición o presencia, digamos, en una constelación específica, así sea interpretado. En tu hipótesis de un astro que, día a día durante semanas o meses, retrogradase de oriente a occidente entre las estrellas, "seguir" tal astro de podría llevar igual desde Persépolis hasta Judea, hasta Alejandría, Roma o Gadir.
Por otra parte, es sumamente improbable que "su estrella hemos visto en el Oriente" signifique que los magos observaran un astro que pareciera moverse de Oriente a Occidente. Más bien parece significar una de estas dos cosas:
1. La procedencia de los propios magos: Oriente.
2. Lo que observaron fue el "surgimiento" del astro, lo cual lo significa que apareciese en una explosión (nova) o algo por el estilo, sino su ascensión heliacal, o sea, su aparición por el horizonte Este en el instante mismo de la salida del sol. La observación de ascensiones heliacales desempeñó un papel fundamental en la regulación de varios calendarios de la antigüedad y era un fenómeno perfectamente conocido en aquellos tiempos, si bien era más frecuente para las estrellas fijas, como Sirio o Spica, que para planetas o cometas.
Empecemos por el principio: ¿Qué dice la Biblia?
Pego una de tantas traducciones que hay por Internet. Imagino que no habrá grandes cambios entre unas y otras:
1.- Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,
2.- diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle.
3.- oyendo esto el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.
4.- y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó donde había de nacer el Cristo.
5.- Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:
6.- y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de tí saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel.
7.- Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligéntemente el tiempo de la aparición de la estrella;
8.- y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.
9.- Ellos, habiendo oido al rey, se fueron: y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se puso sobre donde estaba el niño.
10.- Y al ver la estrella se regocijaron con muy grande gozo.
11.- Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
12.- Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
(Mt 2:1-12)
Un saludo.
[anmaco] Hacía referencia a eso en mi comentario, pero lo eliminé por cuestiones de espacio (eso de que LD diga que permite 3.000 caracteres pero rechace los comentarios a partir de los 2.500)
La única explicación que se me ocurre de un hecho real que coincida con lo descrito en ese pasaje del evangelio es, precisamente, que la "estrella" apareciese efectivamente por Oriente pero se desplazase con cierta rapidez hacia el oeste. Una luminaria de comportamiento tan extraño debería por fuerza llamar la atención de quienes se dedican a escudriñar el cielo y, al ser su desplazamiento de dirección Este-Oeste, guiaría el viaje en esta última dirección.
Digamos que vieron aparecer la estrella en Oriente y, al moverse ésta hacia Occidente, les guió hacia Belén desde un país oriental.
[odin662] Lo correcto es defender más ciencia y más teología, ya que ambas no están reñidas y es de ignorantes defender que lo mejor es se tuerto intelectual en virtud de la aplicación de una censura basada en un prejuicio.
Además, un debate como éste no es ni científico ni teológico. Como mucho será anecdótico.
Un saludo.
Echad un vistazo a este documental del canal Historia:
http://www.youtube.com/watch?v=reieFMNPyQQ
Paradus, no me has leído bien. Buena parte de lo que afirmas ya lo había dicho yo. En ningún momento di a entender que los magos llegasen a Judea porque la "estrella" los llevase físicamente allí. Y, obviamente, el "movimiento" de un planeta o un cometa en el firmamento se puede observar de noche a noche con respecto a las estrellas "cercanas" (vistas desde la Tierra).
No capto qué te lleva a afirmar que la "estrella de Belén" fuese un fenómeno que podía observarse "hacia el norte". Si era "hacia el norte", se habría tratado de algún tipo de fenómeno (¿una nova?) circumpolar. En cambio, si se trató de un planeta o de un cometa "normal", el objeto habría estado cercano a la eclíptica, o sea, grosso modo, en la trayectoria seguida por el Sol (vista desde la Tierra), que, en el hemisferio norte, tiene su máxima elevación hacia el Sur.