(Libertad Digital) El diario El Mundo ha desvelado que un confidente de la Guardia Civil conocido como "El Lavandero" reveló a Jesús Campillo, un agente de Información de la comandancia de Gijón, que en el verano de 2001 el ex minero y posterior confidente de la policía, Emilio Suárez Trashorras, le preguntó "si sabía de alguien que supiera montar bombas con teléfonos móviles". Además, Antonio Toro Castro (que en la cárcel de Villabona también ofreció explosivos a los etarras), confidente de la Guardia Civil y cuñado de Trashorras, le enseñó "40 ó 50 kilos de Goma 2", tras ofrecerle 400 kilos.
Si la semana pasada demostró con fotos la relación entre los etarras y los islamistas en las prisiones españolas, ahora la prueba es una cinta que el agente Campillo grabó con las revelaciones del confidente.
Todo esto sucedió en la zona que tenía bajo su mando Pedro Laguna, el recién ascendido por José Bono a general; el actual jefe de la comandancia de Asturias, Fernando Aldea, y del comisario jefe de la Policía, Juan Carretero. Conviene reiterar que ninguno dijo nada de la cinta ni de las revelaciones del confidente "Lavandero" durante sus comparecencias en la comisión de investigación del 11-M. Por cierto que Laguna también fue acusado de haber guardado en un cajón el informe que le remitió la Unidad Central Operativa en febrero del año 2003 sobre la trama de la dinamita en Asturias.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles ha señalado en una nota que si la información de El Mundo se confirma esto demostraría que Laguna y Aldea habrían mentido u ocultado información a la comisión del 11-M y por ello ha pedido su suspensión cautelar y la del capitán José Antonio Bermejo, que "ocupan una posición jerárquica directa y superior sobre los guardias civiles del puesto de Cancienes, con lo que supone".
El portavoz del PP en la comisión del 11-M, Vicente Martínez Pujalte, ya ha pedido en declaraciones a la Cadena COPE la remisión de la cinta a la cámara y la comparecencia de nuevo del general Laguna, al que acusan de haber mentido en la comisión. "Aquí no pasa nada. El Gobierno socialista los sigue manteniendo en sus cargos y encima los asciende", dijo Pujalte, en referencia a la depuración de responsabilidades que debe hacer el Gobierno de Zapatero.
Mientras tanto, el PSOE e Izquierda Verde (IU-ICV) han coincido en acusar al PP de tratar de "interferir" en los trabajos de la comisión de investigación sobre los atentados del 11 de marzo "despistando" con supuestas conexiones de los autores de la matanza con ETA. El coordinador de Izquierda Verde (IU-ICV), Gaspar Llamazares, insistió en que tanto el juez que instruye el caso, Juan Del Olmo, como el magistrado Baltasar Garzón no han avalado esa supuesta conexión con ETA sobre la que ha vuelto a insistir el PP. "En este caso, quien tiene razón es el juez encargado del caso y quien no tiene razón es quien trata de confundir", añadió. En la misma línea, el socialista Victorino Mayoral, portavoz de Interior en la anterior legislatura, indicó que el PP practica una política "de corto plazo" tratando de "sacar conejos de la chistera para ver si la gente se despista".
Del Burgo: "Les ha entrado el pánico"
Por su parte, el representante del PP en la comisión del 11-M, Jaime Ignacio del Burgo, ha declarado a Libertad Digital que "cada día se demuestra la necesidad de investigar" las nuevas pruebas que están apareciendo y recordó las palabras del comisario De la Morena en la comisión cuando dijo que había que investigar "por arriba y por abajo", en referencia a los que inspiraron la matanza del 11-M y a los que pudieron evitar los atentados.
En respuesta a los ataques de PSOE e IU, Del Burgo cree que "les ha entrado el pánico" y advirtió de que "la verdad se terminará abriendo camino". El diputado navarro criticó a aquellos partidos que se postulaban como "defensores de la transparencia" y que ahora se "cobijan en las negativas de un Ministerio opaco y en las afirmaciones temerarias de un juez que todavía tiene que dar muchas explicaciones sobre cómo se le escaparon cuatro de los autores materiales del 11-M a los que había ordenado vigilar".
En aras de la transparencia, Del Burgo –que recordó a Garzón que ya no puede sostener su famosa frase "los islamistas y los etarras son como el aceite y el agua– defendió que se levante el secreto del sumario sobre el 11-M porque "si no se hace los ciudadanos no vamos a tener la posibilidad de saber si está investigando con transparencia, con independencia y libre de presiones políticas". El diputado recordó que el cuestionario del confidente Zouhier "sigue cerrado en un cajón" y que le denuncia que él interpuso a Toro Castro por colaboración con ETA –según desveló Zouhier– sigue sin respuesta.