Miguel Ángel Blanco (1997- 2006)
Por Víctor Gago
Un joven
de 29 años, un chico normal con proyectos, una novia, familia,
aficiones, ideales, consiguió que la sociedad española
perdiera el miedo a ETA. Entre el 10 y el 12 de julio de 1997, la
tortura y el asesinato de Miguel Ángel Blanco Garrido,
concejal del PP en Ermua, produjeron la mayor aflicción, pero
también la mayor furia desencadenada hasta entonces contra
el terrorismo. Se tocó fondo, después de treinta años
y 778 muertos. Seis millones de personas aprendieron de golpe a plantarle
cara al Mal en la calle, armadas sólo con pintura blanca en
las manos. Había nacido el Espíritu
de Ermua, una corriente cívica que arrastró a partidos
políticos y gobiernos, cambió la política antiterrorista
y decantó a favor de la libertad la correlación de fuerzas
con sus enemigos. Nueve años después, la negociación
en marcha del Gobierno y el PSOE con la ETA vuelve a enterrar a Miguel
Ángel Blanco. La traición se resume
en el hecho de que, a día de hoy, ni la familia del concejal
ni la sociedad española pueden albergar la completa certeza
de que los asesinos de Miguel Ángel Blanco y otros de su especie
se pudrirán en la cárcel por sus crímenes. Tampoco
hoy es posible sostener que el chantaje por el que fue torturado y
asesinado no vaya a consumarse. Libertad Digital evoca aquellas
48 horas de infamia y heroísmo, y evalúa la vigencia
del Espíritu de Ermua, nueve años después de
su nacimiento. Es la historia de un crimen, una esperanza y una traición.
LD agradece a la Fundación Miguel Ángel Blanco
su ayuda en la elaboración de este homenaje, así como
a María del Mar Blanco, Mikel Buesa, Gotzone Mora, Santiago
Abascal y Jaime Mayor Oreja su contribución al
recuerdo del concejal asesinado por ETA.
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Introducción
El Crimen
La Esperanza
La Traición
María
del Mar Blanco Garrido
Jaime
Mayor Oreja
Gotzone
Mora
Mikel
Buesa
Santi
Abascal
Federico Jiménez Losantos |