Casas: sin 11-M no hubieras llegado a donde estás.
Golfa, que eres una pesebrera.
la llaman la bien paga
Pocas teorías han sido más idealistas, y por tanto más nefastas y destructivas al ponerlas en práctica, que el sistema kelseniano de control concentrado de la constitucionalidad.
Erigir a un número determinado de ciudadanos, es decir, de iguales entre nosotros, en semidioses dotados de la facultad de interpretar, la mayor parte de las veces de forma artera y retorcida, un documento que por definición debe ser claro, cual es la Constitución, recuerda más a las prácticas religiosas de la antigua Grecia, con oráculos y pitonisas, que al mundo jurídico de los S. XX y XXI.
Es urgente, imperioso, para asegurar el Estado de Derecho, volver a la sencillez del esquema clásico de división de TRES poderes: ejecutivo, legislativo y judicial.
La cuestión está clara: el poder ejecutivo es la fcultad de hacer ejecutar la Constitución, como primera y suprema Ley, y todas las demás leyes y los tratados que se aprueben conforme a ella; el poder legislativo es "la potestad de hacer las leyes", según nuestra tradición constitucional, en desarrollo y expansión del Derecho (no en vano, se dice que la Constitución es cabeza y origen de todas las ramas del Derecho, de las cuales sienta los principios básicos sustantivos); el poder judicial es la potestad jurisdiccional, o lo que es lo mismo, la facultad de interpretar y aplicar la Constitución y las demás normas del ordenamiento jurídico.
No existe razón alguna lógica para inventarse un "cuarto poder", "legislador negativo" o "consejo de iluminados" que pueda, sin más, reservarse en exclusiva la vigilancia de la supremacía constitucional, sino que dicha supremacía debe ser sostenida por todas y cada una de las instituciones que ejercen los tres poderes clásicos, y por todos y cada uno de los ciudadanos.
De este modo, sólo con un sistema de control difuso de la constitucionalidad, es decir, atribuyendo a todos y cada uno de los jueces y tribunales la facultad de apartar, para el caso concreto, las leyes y tratados que consideren inconstitucionales, se puede compensar el enorme poder que depositamos en las Cortes Generales.
En efecto, si los jueces y tribunales pudieran hacer esto, no habría problema en que, para el caso concreto, la Ley Antitabaco pudiera ser inaplicada por ser considerada inconstitucional; si quienes batalla a favor y en contra de dicha ley van, progresivamente, elevando su queja a través de las sucesivas instancias procesales, el efecto de la aplicación o inaplicación se va extendiendo al territorio del tribunal que vaya conociendo del asunto, hasta llegar al Tribunal Supremo.
Y aquí es donde, una vez más, deberíamos mirarnos en el espejo del sistema constitucional estadounidense. Necesitamos un Tribunal Supremo PEQUEÑO, compuesto por un número menor de magistrados, y dotado de la facultad de decidir qué casos merecen ser escuchados y decididos por él, y cuáles pueden ser resueltos por los tribunales inferiores aplicando la doctrina pacífica ya establecida por él mismo; por supuesto, tantos los jueces del Tribunal Supremo como los de los tribunales inferiores deben gozar de las garantías de conservación del cargo y el sueldo mientras dure su buena conducta, como dice la Constitución de EE. UU.
Para quienes teman un "gobierno de los jueces", o un "gobierno de los no-elegidos", diré:
1. Los jueces y magistrados deberían ser nombrados por el Rey, a propuesta de las Cortes Generales, con las condiciones y requisitos referidos a su capacitación jurídica que señalen la Constitución y las Leyes.
2. Los jueces y magistrados deberían poder ser separados del cargo sólo por incumplimiento grave de sus deberes, apreciada por las mismas Cortes Generales con los requisitos de mayoría cualificada que señalen la Constitución y las Leyes, o por condena penal que lleve aparejada la inhabilitación absoluta o la especial para empleo o cargo público.
Por supuesto, el solo hecho de tener que "pelear" todas y cada una de las designaciones judiciales hace que la influencia de TODOS los partidos políticos en su conjunto sea infinitamente menor que si cada pocos años, es decir, cada 5 para el Consejo General del Poder Judicial y cada 4 para el Tribunal Constitucional actuales, los dos partidos mayoritarios hacen "la cuenta de la vieja": tantos para ti y tantos para mí. 5 y 4 años son períodos muy breves, y permiten que los partidos políticos influyan tanto en los nombramientos para los puestos judiciales como para los cuasi-judiciales (me niego a entender por judicial el cargo de magistrado del Tribunal Constitucional).
En fin, es todo un tema para hacer ensayos...
Precisamente ella hablando de irregularidades y retrasos... Sería para partirse de risa si no fuera asqueroso.
Tanto porquería dejas como dinero te llevas.
A casa y piensa eso de no volver a aparecer por un juzgado como letrada porque nadie te va a echar de menos.
Un mal ejemplo el que esta "damisela" ha dado a España: ha consentido que un alto tribunal como el que ella presidía se instalase AL MARGEN DE LA LEY ¿Qué credibilidad, qué fama, qué honor puede atribuirse esta tipa, de la misma escuela que la MOMIA?
Verguenza debería darle su actuación al frente del TC, la pasividad, la holgazanería, la gandulería, la displicencia, la indiferencia, la falta de honor, rectitud y responsabilidad que ha demostrado, junto al resto de pica-pleitos apesebrados que han estado con ella.
La pena es que estos tiparracos/as se van "de rositas", sin tener que dar cuenta deL USO FRAUDULENTO Y ESPUREO que han hecho de sus cargos
¡QUEREMOS JUSTICIA!
Estamos hartos de ladrones de guante blanco y toga.
So petarda, llora, llora como mujer lo que no has sabido defender como letrada, y que Dios te dé tu merecido
Ya puede llorar, ya.
Se va con el vergonzoso bagaje de que miles de españoles (quizá millones) hayamos perdido la fe, para siempre, en la Constitución.
estará emocionada por la pasta gansa que se lleva del contribuyente, ya casi se iguala con su amiga, aunque esta tiene sueldo vitalicio... ¿estamos en una democracia? o en un sistema de castapoliticadominante.
Realmente, España es el pais mas surrealista, con diferencia. Es curioso que el TC que "teoricamente" vela por el cumplimiento de la Constitución, es el primer organismo que no la cumple. Entonces pregunto yo, ¿qué vigencia tiene una sentencia hecha por el TC si son los primeros que no cumplen lo que dice dicha Constitución?.
Lo que más me sorprende es que nadie haga nada por evitarlo, incluso los que se llenan la boca con que hay que acatar la Constitución. Surrealista total.
Adios, guapa, nadie te va a echar de menos. No vuelvas nunca.