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Casas insta a renovar el Tribunal Constitucional el día de su despedida

María Emilia Casas se ha despedido del TC reclamando una renovación del mismo. Emocionada, también se refirió a la sentencia del Estatuto catalán.

María Emilia Casas se ha despedido del TC reclamando una renovación del mismo. Emocionada, también se refirió a la sentencia del Estatuto catalán.

Una visiblemente emocionada María Emilia Casas ha dicho este miércoles adiós a la Presidencia del Tribunal Constitucional. Tras seis años al frente de la institución y doce en ella, la catedrática ha pronunciado un extenso discurso donde ha reprochado al poder político el retraso en la renovación del guardián de la norma suprema; se ha defendido de los ataques recibidos a raíz de la sentencia del Estatuto de Cataluña; y, ha agradecido a todos sus compañeros la labor desempeñada mientras ella ha sido la presidenta del TC.

En el acto, en el que han tomado posesión los cuatro nuevos magistrados del Alto Tribunal designados por el Senado –se trata de el ex presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Francisco José Hernando y los catedráticos Francisco Pérez de los Cobos, Luis Ortega y Adela Asúa- la protagonista indiscutible ha sido la hasta ahora presidenta.

A largo de su intervención, Casas ha hecho numerosas referencias a la tardía sustitución de los otros tres magistrados salientes junto a ella y de los otros tres que se encuentran pendientes de ser reemplazados por el Congreso. "La renovación del Tribunal no se ha producido dentro de los plazos que marca la Constitución, sino con un notorio retraso de más de tres años, el mayor de la historia de este Tribunal. Y esa situación se ve agravada porque la siguiente renovación, que hubiera debido producirse el pasado mes de noviembre, todavía hoy se encuentra pendiente" ha señalado la ya ex presidenta en referencia a los cuatro magistrados que deberán ser elegidos a propuesta de la Cámara Baja.

Un retraso que "a nadie" beneficia

María Emilia Casas también ha subrayado que este retraso ha provocado que por primera vez en los más 30 de vida del TC, la institución esté compuesta por once magistrados en vez de doce como ordena la Carta Magna. El motivo es que, casi tres años después del fallecimiento de Roberto García Calvo, la Cámara Baja aún no ha nombrado a su sustituto. "La tristeza por su muerte se ahonda ante la constancia de que el Congreso de los Diputados no ha encontrado el tiempo preciso para cubrir su vacante. Su ausencia ha sido, así, doblemente negativa", recalcó Casas.

"Sin atribuir culpas ni repartir responsabilidades sí que me permito afirmar que el incumplimiento de los plazos para que las Cámaras procedan a la renovación del Tribunal no es buena para nadie", declaró la jurista. "A nadie favorece y a todos perjudica", añadió.

Por otro lado, la expresidenta –que se benefició de que se modificase ad hoc la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional para prolongar su estancia a la cabeza del TC- ha manifestado este miércoles en referencia al bloqueo del Alto Tribunal que si los procedimientos previstos por el Parlamento no consiguen que se cumpla la Constitución "habrá que modificarlos".

Junto a la variable tiempo a la que ha hecho numerosas referencias María Emilia Casas durante su intervención, la expresidenta también ha querido resaltar la excelencia e independencia de los magistrados que conforman el Constitucional. "Los magistrados estamos solos ante nuestra ciencia y nuestra conciencia. No representamos a nadie: ni al órgano que nos ha elegido, ni a la fuerza parlamentaria que tomó la iniciativa de proponer nuestro nombre como candidato, ni al lugar donde nacimos o donde hemos desarrollado nuestra vida profesional".

Defiende la sentencia del Estatuto

Asimismo, Casas también ha hablado sobre el principal problema con el que se ha encontrado durante estos doce años: resolver el recurso de inconstitucionalidad que el PP interpuso contra el Estatuto de Autonomía de Cataluña. La catedrática defendió que dicha sentencia "ha dado la respuesta fundada en Derecho a ese recurso, interpretando el Estatuto de Cataluña a la luz de la Constitución de todos".  Casas ha destacado que "esta sentencia está sometida, como todas las resoluciones del Tribunal, a la crítica". "Cuestión distinta es si la crítica es razonada, como debe ser, o se agota en un mero improperio o una descalificación global contra la sentencia o el propio Tribunal que la ha pronunciado", apostilló.

Entre los asistentes se encontraba la plana mayor de la cúpula del poder judicial y también miembros destacados de la vida política como el presidente del Senado, Javier Rojo, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregi, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría y el portavoz de Justicia del PP y exministro de Defensa, Federico Trillo, entre otros. Delante de todos ellos, Casas ha enfatizado en que "convendría" que "cuando una persona, en el ejercicio de un cargo público, realiza declaraciones lo haga con la mesura y el respeto institucional que ella misma merece", aludiendo a las críticas políticas que ha recibido el TC.

La jurista tampoco se ha olvidado de nombrar el episodio de recusaciones que vivió el Tribunal que ella ha presidido a raíz del Estatut. "Creo que esta cuestión merecería una reflexión por parte del legislador", zanjó Casas, quien afirmó que "el grado de crispación que ha rodeado al recurso de inconstitucionalidad sobre el nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña ha sido a todas luces excesivo".

María Emilia Casas finalizó su intervención, con la voz entrecortada, señalando: "Este acto marca un jalón importante de mi vida por razones que no necesito enunciar. Doce años son muchos y los he vivido intensamente. No los cambiaría por nada. Aquí los dejo, pero los llevaré siempre en mi memoria".

Junto a ella ha abandonado este miércoles el Constitucional los magistrados Vicente Conde, Jorge Rodríguez Zapata y Guillermo Jiménez.

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