Como supuse que era algún tipo de ataque a LD- al que nos tienen ya acostumbrados los chicos de la kaleburroca- y ante la imposibilidad de entrar a través de Google, puse directamente la dirección en la barra de Internet y pude entrar sin problema.
En primer lugar, me gustaría felicitar al autor del artículo por su magnífica exposición del proceso implícito en la publicación de anuncios en este tipo de páginas.
En segundo lugar, mi extrañeza por que haya gente que con la excusa de que Google tiene mucha pasta, sugieran pedirles una indemnización. Manda huevos que utilices un navegador gratuito; te den un consejo, que estás en tu perfecto derecho de no seguir, a pesar de que redunda en tu propio beneficio y además te sientas perjudicado. Me pregunto que cara se les pondría a los señores de L.D. si se demostrara que uno de sus anunciantes había conseguido infectar a sus lectores y si a la larga, eso no sería peor que una advertencia de este tipo (no sería el primer caso).
Me hacen gracia también esos "valientes" que a pesar de la advertencia, presumen de no hacer caso. Claro que cada cual es muy libre de jugar a la ruleta rusa, pero todo el que siga mínimamente las cuestiones de seguridad en Internet, sabe que diariamente se descubren agujeros en los Sistemas Operativos y en las aplicaciones que usamos a diario y que algunas de estas infecciones pueden afectarnos con solo visitar una página -el otro día leía de una de la que no queda ni rastro en el disco al apagar el ordenador-.
En mi caso, además de la protección gratuita que me proporciona Google -que agradezco-, anualmente me cuesta una pasta mantener actualizada una protección "de pago", que por cierto, con alguna frecuencia, bloquea alguno de los anuncios de L.D.
Respecto al problema en sí, está claro que nadie quiere ser el responsable, pero es toda la cadena; empezando por las agencias de publicidad que no controlan el contenido de sus anunciantes y a este respecto, hay que recordar que junto a las redes sociales, ese suele ser precisamente el método de infección más utilizado actualmente; la inserción de anuncios debidamente configurados en medios aparentemente inocuos. Hace años, el peligro estaba en los sitios "underground"; de descargas ilegales; de pornografía, Etc. Pero los ciberdelincuentes se han actualizado.
Termino para no cansarles; solo añadir que no dudo que mover algo en Google sea como sacar a mear al elefante, pero a los que se quejan del retraso, les recordaría dos cosas: la primera que piensen cual sería el retraso si fuese un organismo oficial ¿Les suenan las listas de espera? El segundo es que Google es una red de servidores de cobertura mundial y todo el que sebe algo de redes -configuraciones DNS por ejemplo-, sabe que determinadas actualizaciones pueden tardar más de 24 horas en propagarse por toda la red.
Salu2.
multivac. deberías conocer que hay anuncios solapados. tu ves un anuncio en una web, clikas en el y se abre otra web diferente con todo lo que ella pueda llevar. Te dejo una muy extendida,
ptrever.net, esta sale bastante, bloquea las conexiones por los navegadores y no te deja cerrar las pestañas si dejas que este en pantalla algunos minutos. Y no te enteras que esta si no te lo comunica algún usuario.
Esto es como la crisis se quitan lectores chismoso.
Al final estan los de siempre, gente seria
Animo LD
¿Y LD no va a pedir indemnización en los tribunales?
Norte, no tiene que ver con la publicidad -agresiva o no- de nuestra página. Si hay algo que sabemos con certeza es que el anuncio sospechoso nunca apareció en nuestras páginas. Pero como teníamos anuncios de alguien a quien sí le había aparecido...
Rmlf, el problema que provocaba aquella advertencia (que salía en Chrome y sólo los lunes) fue solucionado. El aviso en aquel caso era mucho más pequeño y no impedía que apareciera la página. Esto ha sido muy diferente.
Asomar, procuramos siempre que la publicidad que se "sale" de su hueco tenga opción de cierre, aunque es cierto que no toda podemos controlarla.
Más de la mitad del espacio de vuestra página está dedicado a publicidad. Además, se trata de publicidad cargada de código, que convierte lo que debería ser una pg web del SXXI en un mamotreto pesado, insaciale consumidor de recursos. Es casi imposible separar la publi de la info en vuestra página, a no ser que vayas con la escopeta cargada, Allá vosotros, si no habéis encontrado mejor fuente de financiación que la que desarrolláis, pero no echéis la culpa a nadie. Vuestra y sólo vuestra es la culpa. Y ya hace algunos meses desde que lo advertí... tanto revital, adipesina, crecepelos, quemagrasas, bonolotos y bingoestrellas, inegeses, corteingleses, iberdrolas, compraoros y ruinas, usureros hipotecadores de patrimonios del abuelo, etcétera, van a conseguir que haga con LD lo mismo que con la SER... apagarla. Y para remate, la sosa-enchufada de Ayanta vendiendo estimuladores cucurbitáceos vaginales, y condones con sabor a mango (esta señora ya consiguió que dejase de escuchar la radio por la noche). Un poco más de decoro, por favor.
Yo suelo desactivar Javascript cuando navego por los digitales. Aún así había un anuncio que sobreponía su capa por encima de todo y no dejaba cerrarlo. Ya sé que no es culpa de LD, cuando los iframes de publicidad vienen de distintos servidores y que los diseñadores de las páginas sólo les dejan los huecos. Yo a lo que me opongo es a la publicidad invasiva que se superpone machaconamente y que muchas veces ni siquiera te da la opción de poder cerrarla.
Hay que admitir que el coste de un periódico digital, que a los internautas no sale gratis, hay que pagarlo de alguna manera y, como en todos, ese dinero sale de la publicidad. Y eso es totalmente honesto - siempre dentro de unos límites, supongo - y si uno no le gusta pues, velay, que no entre el la página.
Y dicho esto, también quiero decir que, como se explica aquí, eso de la publicidad, si no se anda uno con cuidado, conociendo a todos que pueden meterla en nuestra página y sabiendo elegir con quién y con cantos, puede pasar como con las relaciones sexuales, que la promiscuidad trae problemas de contagio y lo peor es que, siguiendo el símil, no sabes quién te ha lo ha pasado. Si la cadena de anunciantes "se va pasando la bola" unos a otros, no es raro que en esa cadena haya un desaprensivo o un torpe o un malhechor, que nos meta en problemas.
Una solución supongo que es contratar la publicidad con empresas que tengan sus propios “cortafuegos” al igual que las empresas que contratan esas empresas y así sucesivamente.
Espero que LD, a la que valoro positivamente, a la que aprecio y a la que sigo, le haya servido este contratiempo para prevenir casos maliciosos que puedan tener peores consecuencias que este.
"¿Existía algún código malicioso? En cierto modo, sí."
"¿En Shopall?, en cierto modo no."
Una cosa si es cierta, el 50%, no hace caso o confía en su antivirus. Mi antivirus no me avisó cuando entré en la web. Es posible que en ese momento el virus ya no estuviera en la web, pero la alarma de Google una vez activada no se repone automáticamente. En cierto modo todo esto no es como debería ser, con lo sencillo que es que los dominios de publicidad pasaran un test de Google antes de cargarse o actualizarse, una rutina, en la web de LD.