Con Adrián Barbón al frente, sustituyendo a Javier Fernández (que lideró la Federación Socialista Asturiana desde el año 2000) el PSOE ha logrado un amplio triunfo en las elecciones autonómicas en Asturias.
Con el 35,2% de los votos, casi nueve puntos más que en las anteriores autonómicas, los socialistas obtienen 20 diputados —seis más que en las elecciones de 2015—, con lo que dobla la de la segunda fuerza política, el PP (diez diputados), resultado que le permitirá seguir gobernando el Principado una legislatura más.
Los socialistas conservarán así uno de sus feudos históricos, donde han gobernado en ocho de las diez legislaturas autonómicas. El resultado deja al PSOE a tres escaños de la mayoría absoluta con lo que necesitará acuerdos a dos bandas con Podemos e IU para alcanzarla.
En el Partido Popular, que concurría en medio de una fuerte crisis interna, han celebrado el resultado obtenido por su candidata, Teresa Mallada, al evitar el temido sorpaso de Ciudadanos que, con el exrector de la Universidad de Oviedo Juan Vázquez no ha cumplido sus expectativas pese a pasar de tres a cinco diputados.
Ciudadanos se convierte así en la tercera fuerza del parlamento más fragmentado de la historia de Asturias con siete formaciones, entre las que Podemos será la cuarta tras ver reducidos de nueve a cuatro sus escaños, confirmando su tendencia a la baja en toda España.
También Izquierda Unida tras la crisis derivada de la salida de Gaspar Llamazares, perderá presencia en la nueva Cámara al obtener dos diputados frente a los cinco de 2015. Un resultado que, al igual que ocurre con Vox, que entra con dos, y con Foro, que baja de tres a dos, no les permitirá contar con grupo parlamentario propio.