Tanto Andalucía como Asturias celebraron elecciones el 25 de marzo de 2012. Álvarez-Cascos consideró tras seis meses de gobierno que la aritmética parlamentaria no le permitiría llevar a cabo sus planes para Asturias y Griñán alargó lo más posible la legislatura, para que el Gobierno nacional del PP dañara la candidatura autonómica. Arenas ganó por primera vez, pero no logró mayoría suficiente y el PSOE siguió gobernando. Cascos perdió el poder.