Hola Santo Padre, soy un cristiano a veces perdido en esta vida. Tu ejemplo de firmeza y convicciones profundas en la fe de Cristo, me han ayudado a superar baches personales. El día a día no es fácil de llevar, tantas mentiras y rabias contenidas no son una carga ligera. Miro a mi alrededor y a veces lo que observo no me agrada, tanta chabacanería me ahoga. No tengo la menor duda que cuidarás de tu prole, desde el lugar que el Padre te ha reservado. Da un abrazo a los míos, que ya se encuentran contigo.
Pídele a la Virgen que siga cuidando de nosotros
Un amigo tuyo, que procura serlo de todos
Juan Manuel
Hasta siempre, espero que donde estes sigas ayudandonos porque realmente necesitamos gente buena como tú, o al menos que de alguna manera enciendas alguna vez una lámpara que nos ayude a decidir cual es el camino que debemos seguir. Muchos besos y descansa en paz.
