Sr. Losantos, desde aquí reciba toda mi solidaridad ante la campaña de acoso verdaderamente dictatorial que, tanto la COPE, como Libertad Digital (y otros medios, apenas casi ninguno), disconformes con las políticas de este desgobierno de Rodriguezetapé; y ahora centrados en su persona que está/n padeciendo.Soy oyente suyo y, lo reconozco, me cuesta empezar el día sin sus "despertadores" (mejor título que Federico a las 6...7, si me lo permite). Igualmente reconozco que su tono es brutal, tremendo, duro. Pero, sinceramente, usted verbaliza con claridad y desnudez lo que está sucediendo en este país y con este país. Y, bien cierto es, lo que acontece es brutal, tremendo y duro.
Por ello, su fórmula radiofónica, seguidora de la que tenía el difunto y también seguido, Herrero, me parece muy acertada.
Usted lo sabe: si silencian las voces que se oponen a este desbarajuste, a este caminar desnortado, a este desgobierno, tildándoles de mil y una barbaridades que se les ocurran y ocurrirán, contando con todos los medios propios, y parasitarios (satélites) que tienen para darle bombo a la calumnia y al intento de descrédito, impidiendo el crecimiento de los medios que no se callan; ¿qué nos quedará más que, como dice usted, la caverna?
Es una época donde hay que gritar, sí, gritar alto y claro. Grito sereno, y no es contradictorio. Porque hay mucha gente que no quiere oir, y no poca que no puede por culpa de que no tienen dónde o les impiden tenerlo.
La miseria humana reflejada en el artículo de ese anti-juez contra usted, por muy metafórica que fuera su alusión al atentado sufrido por usted, refleja algo: el odio contra quien habla con claridad y rotunda voz lo que otros quieren callar o aquello con lo que otros comulgan. Y encima se atreven, ¡ellos! a hablar de libertad de expresión.
Adelante, si ellos tienen medios, nosotros habremos de tener la constancia y la falta de desaliento.
Un muy cordial saludo.