L D (EFE) "Es una directora francamente buena y estoy muy contento con su labor. Por tanto, si ella no piensa ni desea lo contrario, a mí no me importaría que siguiera al frente de sus responsabilidades", dijo Zaplana ante la pregunta de si Tey iba a continuar ocupando el puesto que asumió el pasado día 7 de marzo. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, de quien depende el Instituto de la Mujer, opinó que si Tey no quisiera continuar al frente de este cargo, "habría dimitido" ya, si bien eludió responder en su nombre.
La controversia en la que se ha visto envuelta Tey surge por la publicación del libro de ficción "Todas putas", editado por una empresa de la que es copropietaria, en la que se hace una supuesta apología de la violación. Fuentes de la distribuidora Enlace señalaron este miércoles que el libro vuelve a estar en las librerías, pese a que la editorial, El Cobre Ediciones, anunció el pasado día 17 que retiraría los ejemplares distribuidos, ante la polémica suscitada.
Zaplana reiteró su disposición y la de la propia directora del Instituto de la Mujer a comparecer en el Parlamento para dar las explicaciones oportunas y debatir sobre este asunto. Tey iba a comparecer el martes en el Senado ante la comisión mixta de los Derechos de la Mujer, pero no lo pudo hacer ya que se encontraba en Bruselas por motivos de trabajo, lo que, según Zaplana, era un "motivo absolutamente justificado".
El titular de Trabajo y Asuntos Sociales reprochó a algunos partidos de la oposición su diferente actitud sobre este asunto antes y después de las elecciones del pasado día 25. "Oigo menos voces críticas de la izquierda estos días que las que oí en la campaña electoral", dijo Zaplana, lo que achacó a "la demagogia electoral propia del momento o de una cierta hipocresía de defender entonces lo que no se defiende ahora" con el objetivo de "confundir a la opinión pública".
A su juicio, una vez pasadas las elecciones, se puede abordar el asunto con "mayor serenidad y capacidad de análisis" para determinar "quién es responsable de qué y por qué y saber las actitudes que la gente tiene con respeto a la libertad de expresión y a las responsabilidades del editor y del autor". Zaplana se mostró comprensivo con "los criterios de todo el mundo, los comparta o no", pero apreció "un poco exagerado" que "algunos quisieran hacer ver que la directora general había escrito un libro, o que era responsable de su contenido".
La controversia en la que se ha visto envuelta Tey surge por la publicación del libro de ficción "Todas putas", editado por una empresa de la que es copropietaria, en la que se hace una supuesta apología de la violación. Fuentes de la distribuidora Enlace señalaron este miércoles que el libro vuelve a estar en las librerías, pese a que la editorial, El Cobre Ediciones, anunció el pasado día 17 que retiraría los ejemplares distribuidos, ante la polémica suscitada.
Zaplana reiteró su disposición y la de la propia directora del Instituto de la Mujer a comparecer en el Parlamento para dar las explicaciones oportunas y debatir sobre este asunto. Tey iba a comparecer el martes en el Senado ante la comisión mixta de los Derechos de la Mujer, pero no lo pudo hacer ya que se encontraba en Bruselas por motivos de trabajo, lo que, según Zaplana, era un "motivo absolutamente justificado".
El titular de Trabajo y Asuntos Sociales reprochó a algunos partidos de la oposición su diferente actitud sobre este asunto antes y después de las elecciones del pasado día 25. "Oigo menos voces críticas de la izquierda estos días que las que oí en la campaña electoral", dijo Zaplana, lo que achacó a "la demagogia electoral propia del momento o de una cierta hipocresía de defender entonces lo que no se defiende ahora" con el objetivo de "confundir a la opinión pública".
A su juicio, una vez pasadas las elecciones, se puede abordar el asunto con "mayor serenidad y capacidad de análisis" para determinar "quién es responsable de qué y por qué y saber las actitudes que la gente tiene con respeto a la libertad de expresión y a las responsabilidades del editor y del autor". Zaplana se mostró comprensivo con "los criterios de todo el mundo, los comparta o no", pero apreció "un poco exagerado" que "algunos quisieran hacer ver que la directora general había escrito un libro, o que era responsable de su contenido".