(Libertad Digital) No deja de extrañar que el presidente se acerque este domingo a una de las galas en las que el Gobierno ha sido más vituperado los últimos años, desde la que se ha hecho una oposición feroz a la gestión del PP. La Razón recoge que, precisamente en el año en el que las encuestas demuestran que más de la mitad de los espectadores prefieren no ver cine español, y tras el descenso en más de tres millones de los que acuden a ver nuestras películas, Zapatero ha decidido ser el primer presidente que acude a la gala, después de XIX ediciones.
En la misma semana en la que la ministra Carmen Calvo achacaba el descenso de recaudación a “una política hecha en la segunda legislatura del PP bastante hostil a la gente del cine” desde las páginas de ABC, el propio diario señala en un gráfico que, precisamente, bajo los gobiernos del PP se ha producido un aumento en la producción cinematográfica sin precedentes desde los años 70. Además, fue precisamente durante la segunda legislatura, con mayoría absoluta de los populares, cuando más películas superaron los cinco millones de espectadores: “Torrente II”, con 5.200.000 y “Los Otros” con más de seis millones.
En el primer año en que los premios Goya se entregan en domingo, los elementos se alían para que aumente la audiencia televisiva: la gala comenzará justo a continuación del Telediario 2 de la primera cadena de TVE para intentar retener a los telespectadores. Un año antes, ni siquiera con la polémica de “La pelota vasca” consiguió avivar la curiosidad de los españoles. Este año la gala estará dirigida por Juan Luis Iborra y presentada por Montserrat Caballé, Antonio Resines y Maribel Verdú.
Todas las quinielas apuntan a Alejandro Amenábar como triunfador de la gala, el mismo que consiguió reunir al presidente del Gobierno y a seis de sus ministros en el estreno de Mar adentro.