L D (Europa Press) La asignatura de Religión sigue siendo un punto de "desacuerdo", mientras ambas partes comparten que debe "primar" el esfuerzo del estudiante. El Gobierno mantiene su postura de que las calificaciones de la materia confesional no computen para el currículum de los estudiantes como el conocimiento puramente científicos pero sí quede garantizada la enseñanza religiosa para los padres que lo deseen, con la esperanza de que las organizaciones confesionales comprendan que "nadie" puede imponer su credo o fe, aunque se mantiene "abierto a propuestas".
Según explicó el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, tras la reunión de más de dos horas en La Moncloa con la presencia también de la ministra de Educación, María Jesús San Segundo, el Grupo Socialista en el Congreso se dirigirá este mismo viernes a las organizaciones convocantes y adheridas a la protesta para fijar el calendario de las conversaciones sobre la reforma de la ley. No obstante, precisó que esta circunstancia no significa que se retrase el comienzo del trámite parlamentario en Comisión el próximo martes.
"Quienes pretendieran, sin recoger la verdadera voluntad de las organizaciones hoy aquí presentes, que la ley se retirara para que definitivamente no hubiera reforma educativa, no han obtenido sus frutos", afirmó el secretario de Estado de Comunicación, puesto que la vía del diálogo y la voluntad de acuerdo es --a su juicio-- la ganadora en esta reunión. Así, criticó al PP por "dar más valor a confrontar" con el presidente que a defender la Educación, por ser, aunque "legítimo", "equivocado". En este sentido, reiteró que la ley no será retirada, aunque "se va a negociar con voluntad de acuerdo". Sobre el concepto de Educación como servicio público, el Gobierno entiende que se tiene que tomar "en consideración" las características de España para ayudar también a la iniciativa privada. Por ello, Moraleda recordó que no se excluye a esta red educativa, sino que de manera "reglada y transparente" desde 1985, cuando se estableció el régimen de conciertos, se respalda a estos centros. "Lo hemos venido haciendo y seguiremos", afirmó.
Asimismo, Moraleda salió al paso de algunas acusaciones y aseguró el Gobierno "jamás ha insultado a los manifestantes" sino que Rodríguez Zapatero les ha recibido y escuchado "inmediatamente" después de la manifestación. La intención de negociar se extiende también a las organizaciones que no convocaron la manifestación, como los sindicatos CCOO y UGT y los padres laicos de CEAPA, a las que convocará para acordar una reunión con carácter inmediato, "muy probablemente el lunes". Cuestiones como el contenido de la nueva materia 'Educación para la Ciudadanía' o los contenidos comunes del currículum en todas las comunidades autónomas se debatirán en las conversaciones entre estas organizaciones y los socialistas. En general, desde el Ejecutivo se mostró satisfacción por el "tono cordial" y la voluntad "explícita" de diálogo de los convocantes de la protesta, al pasar de "las consignas a los contenidos", y celebró este primer encuentro que permite un contacto más próximo.
Una "esperanza razonable"
Los representantes de las diez organizaciones convocantes de la movilización (CONCAPA, COFAPA, USO, CECE, CODE, APS, CES, FEF y Tiempo de Educar) y la entidad adherida FERE-CECA --presentes en el encuentro con Zapatero-- ven con "esperanza razonable" la posibilidad de "mejorar" la reforma con sus peticiones y dan un "margen" al presidente para ver si las expectativas se cumplen, aunque se mantienen "escépticos", según valoró el presidente de la Confederación Nacional Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos (CONCAPA), Luis Carbonel, al término de la reunión.
A pesar de todo ello, si ven que el tiempo de negociación "no sirve para nada", estas organizaciones volverán a convocar a la sociedad para protestar y luchar por acabar con el fracaso escolar, demandar un pacto educativo y mejorar la calidad del sistema educativo, advirtieron estos miembros del sector educativo, que también pidieron, a excepción de FERE-CECA, la dimisión de San Segundo por hacer una reforma que "no gusta a nadie", y la paralización de la tramitación. Para comenzar a dialogar, los organizadores de la protesta contra la LOE han entregado a los grupos parlamentarios un total de 98 enmiendas con sus puntos de vista, además del documento 'Propuesta de un Pacto de Estado por la Educación', que entregaron a Zapatero.
En concreto, destacaron que el jefe del Ejecutivo cree que hay espacio para modificar la reforma en cuestiones como: el estatus jurídico de los centros concertados, el respeto al ideario de centro, potenciar el esfuerzo y la admisión de alumnos, mejorar la posición del profesorado, reforzar la seguridad jurídica de los padres en la libre elección de colegio y resolver el "problema" de las enseñanzas mínimas comunes, tal y como resumió este representante de padres católicos, que continúa viendo en la libertad de elección de centro educativo el "principal problema"
Estos agentes educativos se comprometieron a hacer "todos los esfuerzos posibles" en las futuras negociaciones con los socialistas para mejorar la reforma. Tras aplaudir el compromiso gubernamental de que "hay margen de negociación" antes de que la Comisión de Educación del Congreso apruebe la futura LOE, la palabra de Zapatero de que es posible llegar a consensos y hacer una valoración "positiva" de la reunión, Carbonel consideró "innegable" que la reunión con el presidente del Ejecutivo ha sido posible tras la "gran manifestación" del pasado sábado en Madrid. También trasladaron al Ejecutivo su "disgusto" por los "insultos" que --consideran-- se han vertido hacia ellos por parte de algunos miembros del Gobierno. Sobre el documento 'Compromisos con la estabilidad del sistema educativo español' enviado por el PSOE al PP para negociar, Carbonel aseguró que no ha influido en la postura de los convocantes de la movilización, cuyas posturas han sido "siempre muy transparentes".