L D (Agencias) La gripe aviar ya se detectó en la vecina Rumanía hace dos meses, y los oficiales se han apresurado a asegurar a la nación, de 47 millones de habitantes, que el país se encuentra preparado para afrontar la crisis. Mientras tanto los ucranianos han comenzado a plantearse la posibilidad de dejar de comprar aves de corral, la única carne que muchos habitantes de la nación se pueden permitir.
"No veo ninguna razón para el pánico, la situación está bajo control", afirmó el ministro de Agricultura Oleksandr Baranivski a los reporteros tras anunciar una zona de cuarentena de 3 kilómetros cuadrados alrededor de los cuatro pueblos. Bajo el estado de emergencia declarado por Yuschenko, nadie podrá entrar o salir de dicha zona, y los expertos visitarán todos los hogares para informar a los residentes de que deben realizar un recuento de las aves de corral. Todas las aves, incluso las que están sanas, serán sacrificadas.