L D (EFE) Las capillas del Santo Cristo y Santa Tecla se dedicarán a los oficios religiosos y la oración, con acceso por la puerta de Santa María, mientras que las visitas turísticas accederán al templo exclusivamente por la puerta del Sarmental, detalló este martes Alejandro Millán, miembro del cabildo responsable del turismo.
Millán recordó que "la catedral es un conjunto de maravillas de arte, pero ante todo es un lugar de oración y exponente de la fe de un pueblo". En este sentido sentenció que "si es creyente admire y rece, y si no es creyente admire y respete a esta obra de fe y al pueblo al que representa".
El acceso turístico se ha delimitado de manera que las visitas sólo podrán recorrer el templo mediante el pago de una entrada de 3 euros, que se rebaja a 2 para grupos de más de 10 personas, jubilados y estudiantes, y a 1 euro para niños de 7 a 14 años y peregrinos con credencial. No obstante, el cabildo ha reservado también algunos días al mes para visitas libres, sin necesidad de pagar entrada, que en el caso de los burgaleses serán todos los domingos, y para el resto del público, el segundo y cuarto domingo de cada mes.
La adecuación del templo para separar al máximo posible el culto religioso de las visitas turísticas ha supuesto la instalación de vallas que delimitan algunas partes y la instalación de un nuevo local en la zona del claustro bajo de la catedral que da a la plaza del Rey San Fernando. El local albergará los servicios de recepción de visitantes, información, venta de billetes, atención al peregrino, venta de recuerdos y contratación de guías para las visitas.
El presidente del cabildo catedralicio, Matías Vicario, aseguró que "los ingresos procedentes del turismo son prácticamente la única fuente de financiación para el coste que supone mantener el templo abierto a visitas, aparte de una cantidad muy pequeña procedente de las bodas y el cepillo". Matías Vicario estimó el coste diario de mantenimiento del centro abierto a visitas en unos 1.800 euros y aseguró que "de no ser por los ingresos del turismo seguramente tendríamos que cerrar la catedral".
El presidente del cabildo detalló que del 1.200.000 personas que recorrieron la catedral de Burgos en 2002, sólo el 5% visitaron el museo catedralicio, que hasta ahora era la única zona de pago. "Espero que el hecho de que se cobre una entrada general que consideramos que es bastante asequible no provoque una reducción del número de visitantes", explicó Matías Vicario.
Millán recordó que "la catedral es un conjunto de maravillas de arte, pero ante todo es un lugar de oración y exponente de la fe de un pueblo". En este sentido sentenció que "si es creyente admire y rece, y si no es creyente admire y respete a esta obra de fe y al pueblo al que representa".
El acceso turístico se ha delimitado de manera que las visitas sólo podrán recorrer el templo mediante el pago de una entrada de 3 euros, que se rebaja a 2 para grupos de más de 10 personas, jubilados y estudiantes, y a 1 euro para niños de 7 a 14 años y peregrinos con credencial. No obstante, el cabildo ha reservado también algunos días al mes para visitas libres, sin necesidad de pagar entrada, que en el caso de los burgaleses serán todos los domingos, y para el resto del público, el segundo y cuarto domingo de cada mes.
La adecuación del templo para separar al máximo posible el culto religioso de las visitas turísticas ha supuesto la instalación de vallas que delimitan algunas partes y la instalación de un nuevo local en la zona del claustro bajo de la catedral que da a la plaza del Rey San Fernando. El local albergará los servicios de recepción de visitantes, información, venta de billetes, atención al peregrino, venta de recuerdos y contratación de guías para las visitas.
El presidente del cabildo catedralicio, Matías Vicario, aseguró que "los ingresos procedentes del turismo son prácticamente la única fuente de financiación para el coste que supone mantener el templo abierto a visitas, aparte de una cantidad muy pequeña procedente de las bodas y el cepillo". Matías Vicario estimó el coste diario de mantenimiento del centro abierto a visitas en unos 1.800 euros y aseguró que "de no ser por los ingresos del turismo seguramente tendríamos que cerrar la catedral".
El presidente del cabildo detalló que del 1.200.000 personas que recorrieron la catedral de Burgos en 2002, sólo el 5% visitaron el museo catedralicio, que hasta ahora era la única zona de pago. "Espero que el hecho de que se cobre una entrada general que consideramos que es bastante asequible no provoque una reducción del número de visitantes", explicó Matías Vicario.