LD (EFE) La todavía mujer de Berlusconi, de 53 años, permanece en la villa de Macherio a las afueras de Milán a la espera de que pase la tormenta mediática y política que han desatado sus declaraciones sobre su marido, según ha destacado en el Corriere della Sera.
En este sentido, dice sentirse dolida por el hecho de que "amigos de toda la vida" se pasen ahora a las filas de su esposo y por los ataques que dice haber recibido y que auguran una lucha sin cuartel y sin límites. La ex actriz, sonríe -según el diario- ante las afirmaciones de su marido de que tras su persona se esconde "una instigadora".
Lario subraya que en esta historia "quiero que todos entiendan, si todavía no lo entienden, que estoy defendiendo mi dignidad como mujer, que ha sido profundamente ofendida. Y que conmigo, estoy defendiendo la de nuestros hijos".
El hijo pequeño, Luigi, de 20 años, se encuentra este martes en Lourdes (Francia) en unos actos de los caballeros de la Orden de Malta; la segunda Eleonora continúa a sus estudios en Nueva York y la primogénita Bárbara, de 25 se encuentra en casa en su séptimo mes de embarazo.
Silvio Berlusconi, de 72 años, ha repetido estos días que su mujer quiere poner a sus hijos en contra, lo que Verónica rebate: "No es así. Si se quieren yo estoy contenta, he contribuido a construir su relación y lo último que quiero hacer es dañar a mi marido".
A sus amigos íntimos -refiere Il Corriere- Veronica Lario les ha confesado que el motivo de su petición de divorcio es ante todo, la joven de 18 años a la que visitó Berlusconi el pasado 26 de abril en Nápoles. "Es la prueba de que él no ha cambiado. Me había prometido que no volvería a las andadas y ha empeorado. Son ya diez años soportando todo esto. Ahora la gota ha colmado el vaso, no vuelvo hacia atrás", subraya.
El episodio de la visita de Berlusconi al 18 cumpleaños de Noemi Letizia es tratado este martes por los diarios italianos que muestran fotografías de una fiesta multitudinaria en las que, efectivamente, aparecía el primer ministro entre otras muchas personas.
El padre de la joven, Elio Letizia, ha declarado al diario La Repubblica que toda "la amistad con Berlusconi se circunscribe a mí" y ha negado cualquier relación de su hija con el primer ministro, aunque si reconoce que Noemi tiene pretensiones de hacer carrera televisiva y entregó al primer ministro un álbum fotográfico. "Noemi persigue un sueño, ¿por qué impedírselo?", dijo su padre.
Silvio Berlusconi ha abandonado la residencia milanesa de Arcore, una lujosa villa construida sobre un monasterio del siglo XII, y ha llegado a Roma para incorporarse a la vida política y afrontar el divorcio.