Los agentes tuvieron que dormir a la intemperie y en el suelo, sólo cubiertos por unas mantas, así como convivir con los inmigrantes y policías mauritanos armados con kalashnikov. |
Los policías españoles fueron instalados en el mismo pabellón que los 369 inmigrantes. Además, tuvieron la misma mascarilla los tres días que permanecieron en Mauritania, a pesar de que sólo sirve para unas horas. |
Nadie les guardó las maletas, que estuvieron almacenadas. Tampoco disponían de ningún lugar para hacer sus necesidades. |
Sus propias maletas sirvieron de improvisadas camas, mientras otros de los agentes tomaban la calle como improvisado merendero para comer únicamente un bocadillo. |
En el suelo y sólo con mantas los agentes trataban sin éxito de conciliar el sueño por unos minutos. |
Los policías comieron de pie y en pabellones que no reunían las mínimas condiciones higiénicas. |