L D (Europa Press) Los trabajadores del CAME de Arucas han advertido este miércoles que los citados seis internos sufren trastornos de conducta que les hace comportarse agresivamente, y lamentaron que el resto de los quince internos estén en vías de normalización, si bien alertaron que "las cosas podrían no ser así si se siguen repitiendo estos graves hechos y los jóvenes normalizados se suman final a esta auténtica rebelión".
Los jóvenes, calificados como "hiperconflictivos", se hicieron con el absoluto control de la situación al robar el teléfono del centro e impedir que la única educadora de guardia pudiera hacer las llamadas pertinentes para denunciar los hechos.
Este grupo de internos sacaron a la calle sus colchones que rociaron con lejía con la intención de quemarlos, aunque finalmente no lo consiguieron. Los vecinos de la zona del municipio de Arucas, alertados por la algarabía de los menores extranjeros, criticaron que estos hechos se vengan repitiendo sine die, lo que está provocando, según los educadores, que estén apareciendo brotes de xenofobia en dicho municipio gran canario.
Sólo una profesora por la noche
Por otra parte, el ritmo habitual de funcionamiento del centro es con diez trabajadores por turno, pero avisaron que la situación se torna "preocupante por la noche porque sólo existe un educador o educadora de guardia que deben hacer frente ellos solos a cualquier lío que se organice por parte de los seis internos hiperconflictivos".
Recordaron que "todos los menores extranjeros del CAME de Arucas están bajo protección judicial de la Fiscalía de Menores" de Las Palmas, y aseguraron que el Cabildo gran canario "no haga nada para resolver esta grave situación de conflictividad, a pesar que conoce de muchísimos informes" al respecto.