L D (Agencias) "Manifestamos nuestro apoyo al Papa Benedicto XVI, valoramos su incansable labor por la paz y el diálogo entre las personas de todas las religiones", expresaba el comunicado. Además, los organizadores de la concentración denunciaron "el doble rasero de muchos musulmanes y occidentales" que exigen disculpas oficiales al Papa mientras que "diariamente profieren o consienten gravísimos insultos" contra los cristianos.
Asimismo, señaló que la concentración también constituye un "reconocimiento público" a Benedicto XVI, a su juicio, "un luchador incansable" a favor de la libertad de las religiones, y cuyas palabras fueron "vilmente" manipuladas "no sólo por algunos líderes musulmanes, sino también por algunos líderes occidentales".
Respecto a las palabras que causaron la polémica, Arsuaga aclaró que el Papa "se limitó a condenar el uso de la religión para el empleo de la violencia", y aseguró que "no se refirió en concreto al mundo musulmán". A su juicio, esas palabras las firmaría "prácticamente cualquier persona", no obstante, lamentó que "algunos lideres" del Partido Socialista y del Partido Comunista hayan "manipulado" las palabras de Benedicto XVI para crear "una ola anticatólica".
En ese sentido, denunció que se ha creado una "alianza de civilizaciones" en la que "cabe el mundo musulmán y la ideología laicista", pero de la que están "excluidos" los católicos. "Se han puesto de acuerdo para atacarnos y para manipularnos", afirmó, "y la consecuencia de las manipulaciones son los asesinatos, la quema de iglesia y la quema de imágenes del Papa que se producen en las sociedades islámicas más radicales".
Financiación de la Iglesia
Respecto a la nueva financiación de la Iglesia, anunciada este viernes por el Gobierno señaló que "las amenazas" de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, "se acaban de cumplir". "Ante las grandes manifestaciones contra el matrimonio gay y por la familia, y la de la educación, siempre salía la vicepresidenta para decir que suprimiría la asignación económica a la Iglesia en el caso de que la Iglesia siguiera metiéndose en estos temas", afirmó.
Indignación entre los asistentes
Algunas personas se quedaron después de la concentración debajo de la estatua del Papa Juan Pablo II para rezar por la paz, mostraron su apoyo incondicional al Papa Benedicto XVI y se pronunciaron a favor de la libertad religiosa y de expresión. Entre los manifestantes, que tras el discurso de Arsuaga rezaron un rosario por el Papa, Juliana y Eladia sujetaban un cartel con la foto de Benedicto XVI. Juliana dijo que es católica y que por tanto tiene que "defender" su religión y al Papa.
Eladia, por su parte, señaló que se siente perseguida y pide que "todo el mundo" pueda practicar "la religión que quiera". Además denunció que "nadie" ha protestado cuando han atacado a los cristianos y, sin embargo, cuando han salido unas viñetas sobre Mahoma "todo el mundo se tira a la calle quemando y matando religiosos".
Por último, un joven que portaba carteles a favor del Papa, señaló que ha ido a manifestarse porque Benedicto XVI expresó unas palabras que "no son lo que la gente ha interpretado". "Creemos en la libertad, en la paz y en el bien", afirmó.
A su juicio, en la televisión "se cagan en Dios" y "Madonna sale en un crucifijo y con una corona de espinas" porque quieren "acabar con el cristianismo" y, sin embargo, "cuando salen caricaturas" de Mahoma "se monta un guirigay...".
Manifestación islamista
Por su pare, el presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas, Félix Herrero, dijo que no se sumarán "a ningún tipo de manifestaciones callejeras cuyo sentido pueda ser cambiado y que además pueda tomar un cariz incontrolado" porque, apuntó, "la comunidad islámica española no quiere confrontaciones".
Las entidades islámicas en España confirmaron que "no se sumarán" al llamado 'Día de la ira' y aclararon que no debe ser llamada así, sino más bien "de la queja". Así, el presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), Félix Herrero, aseguró: "No nos sumaremos a ningún tipo de manifestaciones callejeras cuyo sentido pueda ser cambiado y que además pueda tomar un cariz incontrolado porque la comunidad islámica española no quiere confrontaciones".
Asimismo, hizo un llamamiento a los musulmanes residentes en España "a no caer en la provocaciones o a dejarse llevar por intereses que no sabemos qué tienen detrás". Por último, Herrero aclaró que la manifestación convocada para este viernes no se trata de una "jornada de ira sino de queja", que ha sido "mal traducida" del árabe.
En esta misma línea, el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE), Riay Tatary, explicó que se trata de una jornada de "queja o enfado". Así, detalló que no se suman a la convocatoria porque este viernes se produce el reparto de actividades con motivo del inicio de Ramadán y que no tienen intención de prescindir del "diálogo y la convivencia" que los musulmanes están "construyendo". "Espero que este error sea una nube de verano y que vuelvan las cosas a su cauce", concluyó Tatary.