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Una víctima de la imposición lingüística sienta en el banquillo a la Generalidad

Esta semana el empresario catalán, Manuel Nevot, que se hizo famoso al citarle Rajoy en el debate con Zapatero cuando el líder del PP daba la batalla contra la imposición lingüística, sienta en el banquillo a la Generalidad, en el primer juicio por estas multas.

Manuel Nevot es uno de tantos empresarios catalanes que sufre la imposición lingüística del gobierno de Montilla. Pero su caso se hizo famoso al ponerle Rajoy como ejemplo en el debate electoral que mantuvo con Zapatero por televisión.

La repercusión mediática terminó, pero la lucha de Nevot, de 73 años, continúa. Tras varias alegaciones y recursos de alzada, que le han supuesto ya un coste “diez veces” superior a la sanción impuesta –“unos 4.000 euros. Puede que llegue a los 6.000. Mucho dinero y muchas molestias"–, este jueves, 4 de febrero, sentará a la Generalidad en el banquillo.

En una entrevista concedida a 20minutos.es, Nevot recuerda que inauguró su oficina en 1982. En ese momento puso un cartel “de 12 metros de largo que dice: Fincas Nevot API, rústicas, solares y terrenos. Luego, en 1998 salió la normativa que obligaba a rotular al menos en catalán y mandé grabar Finques Nevot en la vidriera de la puerta de entrada”.

A pesar de que rotuló en catalán, le sancionaron con 400 euros porque el rótulo principal no lo estaba y otros 400 “por no tener el cartel que anuncia la existencia de un libro de reclamaciones”. En su tienda se presentó un inspector, que fue el que le comunicó la multa. En ella “decía que un ciudadano me había denunciado”.

La pasada semana los organizadores de la marcha en Arenys de Mar, con el lema “Por una Cataluña en libertad, no a las multas lingüísticas”, denunciaban la existencia de “delatores subvencionados por el gobierno de Montilla”.

Nevot confía en ganar, pero ve “difícil que el juez se ponga en contra de la Generalitat”, aunque sería una buena noticia no sólo para él en particular sino para todos los que sufren este acoso en general, ya que sentaría “jurisprudencia”. Aún así, si pierde, no piensa renunciar: “Iré a Estrasburgo. Gastaré lo que haga falta, 10.000 euros o 20.000 si es necesario. Tengo 73 años y no es que no necesite el dinero, pero sigo en activo. Seguiré adelante con esto”.

Preguntado por si el castellano está perseguido en Cataluña, Nevot responde: “Nunca hemos tenido problemas con el catalán y el castellano. Son los políticos que quieren imponer el catalán para que prevalezca. En el Ayuntamiento de Vilanova y la Generalitat no me contestan en castellano. He protestado por ello y siguen sin hacerlo. Los catalanes queremos ser libres, pero el Gobierno y esta norma están zahiriendo nuestra libertad”.

Sobre la notoriedad que adquirió su caso tras ser utilizado como ejemplo de la imposición lingüística catalana por parte de Rajoy durante el debate electoral, Nevot ha recalcado que aquel episodio "multiplicó por diez las pintadas con insultos" en los muros de su comercio.

"Icono de la resistencia lingüística"

Francisco Caja, portavoz de la organización Convivencia Cívica Catalana, que correrá a cargo de la defensa, ha asegurado a Efe que Nevot se ha convertido en "un icono de la resistencia lingüística".

Caja ha asegurado que muy pocos comerciantes se atreven a enfrentarse a la "vulneración de la libertad" que representa la normativa por "miedo al poder", y ha dicho que una sentencia favorable a Nevot tendría "efectos políticos" y podría declarar ilegal la imposición de multas por el idioma de la rotulación.

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