Hace más de un año decidieron reformar una casa en el barrio de Pinilla. Pidieron presupuesto a varios contratistas y firmaron un contrato el 10 de agosto del 2005, donde se comprometían a abonar 72.232 euros en cuatro plazos. La pareja pagó, pero el contratista, que tenía una diligencia de embargo de bienes de por medio, abandonó los trabajos y dejó la casa sin terminar. Además, la vivienda se ha devaluado. Según la pareja propietaria, el valor actual de la casa y el solar es de 40.000 euros aproximadamente cuando antes de derrumabrla podía alcanzar los 120.000.
El periódico explica que el abogado de la pareja recaba todo tipo de pruebas periciales para interponer una demanda contra el constructor por la vía civil como consecuencia de la mala ejecución de la obra. La pareja exige la devolución de las cantidades que se han entregado por los trabajos que no se llegaron a realizar, pero hasta la fecha, después de mucho molestar en su casa, tan sólo "ha devuelto 3.000 euros".
El anuncio no ha pasado inadvertido y la secretaria de la Asociación para la Lucha contra las Enfermedades de Riñón (Alcer), Candela Soto, señaló que "aun entendiendo lo mal que lo puede estar pasando esta familia", recordó que en España son ilegales los transplantes de órganos no altruistas. Explica que "el fondo es más serio. Aunque sea de un familiar, un riñón no siempre es compatible, así que darlo para que se pierda no me parecería justo".