Evidentemente clochard, esa tilde de pues (y eso que los correctores la detectan), la achacamos de nuevo a un error al teclear. En fin, qué malo es creerse perfecto.
punt, es posible que en una finca privada se puedan hacer carreras sin más, pero si hubiera algún tipo de explotación comercial, cobro por uso, entradas de espectadores etc., sin duda se tendría que atener a la legalidad vigente, es decir, tener su licencia correspondiente y cumplir las normas establecidas para esa actividad. Así pues, ahora quédese con que fumar en un bar (actividad comercial), ahora no está permitido por ley, guste o no guste.
¿Ahora "pues" se escribe con tilde?
fulmon:
no estoy desviando nada a ningún lado, estoy intentando, simplemente, recordar aquí las faltas de ortografía de muchos comentaristas, aunque me temo que algunos las cometerían incluso hablando, además de escribiendo. ¡Pobre lengua española...!
Y si dichas faltas de ortografía, que no creo que sea un olvido, son dos veces en un mismo párrafo, (lo de "bastabte" no es más que un error al teclear, no una falta de ortografía, como sabe cualquier niño de EGB) le parecen cuestiones menores ¿cómo es que se ocupa ud. de ellas?
En cuanto a la segunda parte, observo que va ud. bien servido gracias al certero, como siempre, comentario de punt.
Un NO FUMADOR, con permiso, espero, de los EXPEDIDORES DE CARNÉS DE NO FUMADOR. Y si no, pués también, todos ellos me parecen una pandilla de cretinillos avinagrados y amargados...
[fulmon] Lo primero sí, lo segundo no.
Lo primero no es delito PENAL, de modo que vd. puede hacerlo en su propiedad mientras con ello no perjudique a la gente de fuera de ella. Por ejemplo, la Fórmula 1 se desarrolla en circuitos privados y reconocerá que en ella no se respetan las normas de tráfico (nótese que cuando el recorrido es urbano, se requiere la concesión de un permiso especial que suspenda excepcionalmente la aplicación de las leyes de tráfico en el mismo, sin el cual las carreras son ilegales).
Lo segundo sí es delito PENAL, puesto que las peleas de gallos o de perros están tipificadas como delito de maltrato a animales en el Código Penal. Por ello, no se puede realizar ni en lugar público ni privado.
Un saludo de un no fumador.
A clochard, yo me olvido del signo ¿ y Ud. pone bastabte en lugar de bastante. ¿ No cree que eso es desviar las cosas a cuestiones menores ?
A punt. Ok si salimos con ese matiz de titularidad publica o privada le pregunto. ¿Estría permitido en un terreno de mi propiedad montar carreras de coches con mis amigos después de haber bebido en abundancia (o no necesariamente) ?. Podría montar peleas de gallos o de perros en un local de mi propiedad ?.
¿Por qué será que todos los memos utilizan la onomatopeya de la misma risita cretinoide en sus "comentarios"? No es preciso ser psicólogo para saberlo...
Las noticias sobre el tabaquismo están ya en la sección de sociedad. En poco tiempo terminarán en sucesos o necrológicas. Jajaja
*
Los pesoetas solo saben imponer nunca educar, y lo malo es que sus sectarios votantes son masoquistas. Tienen a mucho orgullo que si el "barco se hunde, se van a su camarote y se encierran con llave" textualmente dicho por un pesoeta, además todo el que ha dejado de militar en el PSOE es un traidor, no entiende la evolución.
Ahora mientras estamos enzarzados con el humo, no pensamos en los que van a los cubos de basura a buscar alimentos, ni en los desahuciados de sus viviendas, ni en los parados.
Faltaba el tontipadi: ahora ya están todos. Y la risita de gilipollas: JE JE JE
[fulmon] Imagínese por un momento que, después de hacer un desembolso espectacular para montarse un circuito en su finca y de obtener todas las autorizaciones necesarias para la puesta en marcha del negocio, ya con la empresa "Carreras Fulmon S.L." funcionando a tope, le aparece un día un político a decirle que a partir de ya, en su circuito no se podrán sobrepasar los 120 km/h porque habrá multas multimillonarias caso de hacerlo, aparte de que le pueden cerrar el negocio.
Naturalmente, habrá muchos que celebren la mayor seguridad de la que gozarán los pilotos, ya que un accidente a 120 es mucho menos peligroso que las máximas velocidades que alcanzan los monoplazas. Naturalmente, la mayor parte de quienes lo celebran no son clientes suyos, pero lo apoyan.
Aun así, me da la impresión de que a vd., como dueño del circuito de carreras, le molestaría "un pelín" que le cambien las reglas del juego sobre la marcha, una vez hecho el desembolso para la puesta en marcha del circuito (y con bancos y numeroso personal esperando cobrar las deudas y los sueldos correspondientes).
Al fin y al cabo, un circuito de carreras en el que no se puede pasar de 120 por hora no tiene el más mínimo interés: dejarían de acudir pilotos, dejaría de acudir público, dejarían de celebrarse carreras, desaparecerían la publicidad, los patrocinadores y las licencias a medios de comunicación, en definitiva, desaparecerían sus ingresos y su empresa iría a la quiebra.
Y no es que vd. se haya quedado sin clientes, ya que muchas autoescuelas valorarían el poder llevar a sus alumnos novatos a dar una vuelta tranquilamente por el circuito sin tener que soportar a esos "molestos" y "peligrosos" pilotos de carreras, siempre corriendo alrededor.
De hecho, son aplastante mayoría quienes se mantienen casi constantemente dentro de las velocidades legales, ¿cómo no va a haber un aluvión de conductores deseosos de dar una vuelta lenta por su circuito? Harán cola...
Pero hay un problema: entrar a su circuito es un acto voluntario, de modo que debe haber un interés o un incentivo para hacerlo y, una vez ha perdido "la gracia", éstos desaparecen.
¿Adivino que de dar cursillos de autoescuela a conductores novatos y de permitir dar paseos ocasionales a conductores tranquilos no vive un circuito? Pues está demostrado que de servir infusiones y bebidas sin gas/sin alcohol/sin azucar/sin gracia a antifumadores no vive la hostelería.
¿Se puede saber qué problema tienen ustedes con que existan bares donde se pueda fumar? También existen circuitos donde se puede correr.
Un saludo de un no fumador, harto de ver a gente tan cerrada de mollera que no distingue una regulación legítima de un abuso fascista.