Una imputada en el robo de droga de Sevilla dice que hizo un "pacto" con la Policía
El polémico robo de droga de la comisaría sevillana sigue vivo. Una imputada ha declarado en el Juzgado de Sevilla que hizo un trato con la Policía para que "no le pasara nada". Otro, pareja de la anterior, dice que también recibió "presiones" de Asuntos Internos.
Una de las imputadas por la desaparición de 154 kilogramos de cocaína y heroína de los depósitos de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Andalucía Occidental en Sevilla ha aseverado este viernes que "confesó" en virtud a un "pacto" establecido con la Policía para que a ella "no le pasara nada".
De este modo, fuentes del caso han informado de que la imputada por estos hechos, identificada como M.V.S.G. y que es pareja sentimental de M.A.N., también imputado en la causa, ha declarado en la mañana de este viernes por espacio de 30 minutos ante la juez de Instrucción número 19 de Sevilla, Ana Escribano, y ha subrayado que no participó en los hechos.
En este sentido, ha dicho a la juez que confesó haber participado en la elaboración de los paquetes de yeso y cacao con los que se cambiaron 154 kilos de droga debido a un "pacto" establecido con la Policía para que a ella "no le pasara nada", pero ha insistido en negar los hechos que se le imputan, y por los que permaneció en prisión casi un año, tras lo cual le fue concedida la libertad bajo fianza.
Esta declaración se ha producido tras la petición realizada a este respecto por su letrado, Marcos García Montes, todo ello después además de que M.A.N., su pareja sentimental, asegurara que recibió "presiones" por parte de los investigadores de la Unidad de Asuntos Internos para que reconociera su culpabilidad y, a cambio, dejarían en libertad a su mujer.
En su última declaración judicial, M.A.N., supuesto cómplice del agente del Cuerpo Nacional de Policía en excedencia Lars S.M., indicó que existió una especie de "pacto" con Asuntos Internos, que en una ocasión le enseñó una fotografía de su mujer y le dijo que, si reconocía su autoría, la dejarían en libertad, mientras que en otras ocasiones los agentes de esta Unidad le mostraron fotos de sus hijos, "diciendo que, si no confesaba, la tutela de los mismos pasaría a ser de la Junta de Andalucía".
Asimismo, tanto M.A.N. como Lars relataron que fue el entonces jefe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco), F.T., quien solicitó a Lars que hiciera una serie de paquetes falsos -con yeso o cacao- al objeto de emplearlos en una operación "encubierta" antidroga que estarían llevando a cabo en colaboración con la Udyco de Madrid, aunque ambos aseveraron desconocer el destino final de los mismos.
En este sentido, Lars habría accedido a ello "para congraciarse" con F.T., tras lo cual el propio ex agente se puso en contacto con su supuesto cómplice al objeto de preguntarle si él, personalmente, podía hacerse cargo de elaborar estos paquetes falsos de droga "a cambio de favores", accediendo el imputado a ello. De esta manera, y una vez que los paquetes estaban elaborados, quedaron con F.T. en un quiosco ubicado frente a la Jefatura, donde le dieron los mismos.
Las fuentes consultadas han subrayado que, recientemente, la juez instructora concedió la libertad bajo fianza a M.V.S.G., quien tras esa decisión abandonó la prisión de Sevilla I donde permanecía ingresada desde el pasado día 16 de septiembre de 2009 por un presunto delito contra la salud pública agravado del artículo 369 del Código Penal.
De este modo, actualmente permanecen en prisión tanto Lars S.M. como su socio, M.A.N., mientras que para la esposa de Lars la juez decretó prisión eludible con el pago de una fianza de 30.000 euros por un presunto delito de blanqueo de capitales, un pago que fue satisfecho al día siguiente de su imposición.
Los hechos
El asunto, como se recordará, fue descubierto gracias a unos contra análisis practicados a la droga almacenada en los depósitos de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Andalucía Occidental, donde el 5 de junio de 2008 se descubrió que unos 150 kilogramos de cocaína y heroína empaquetada en bolsas habían sido escamoteados y sustituidos por sustancias que a simple vista se asemejaban al material robado.
Los almacenes en los que se custodiaba la droga, usados casi exclusivamente por la Udyco, estaban cerrados con llave y las sustancias fueron sustraídas paulatinamente. Los investigadores de Asuntos Internos habían centrado sus sospechas en Lars S.M. dado su papel en la Udyco y su posterior solicitud de una excedencia, porque el ex agente abandonó el servicio para impulsar un negocio de compraventa de motocicletas y embarcaciones de recreo en Sevilla capital.
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