L D (EFE) "Llega un momento en que la libertad es un peligro para la persona y para la comunidad", explicó, "es como si se legalizara la venta de órganos y yo, en el ejercicio de mi libertad sobre mi cuerpo, vendiera un ojo. Estaría obligando a la familia de al lado que no tiene qué comer a hacer lo mismo".
Así se pronunció junto con la directora gerente de Igualdad del Ayuntamiento, Asunción Miura, que tradujo las palabras de la argelina Tamzali del francés: "En España, la prostitución está industrializada, y eso no ocurre en ningún otro país del mundo, hay que poner obstáculos a la prostitución en lugar de hacer autopistas que atraen a más clientes y más prostitutas", agregó la experta.
Considera que "en España hay que proteger a las prostitutas y penalizar al cliente porque es lo mejor para cambiar la relación de la sociedad con la prostitución. Se penaliza el robo, y aunque eso no lo elimina, sí hace que la sociedad rechace al ladrón y proteja a la víctima, y es lo que hay que hacer en este caso, proteger a la prostituta y que al cliente se le considere delincuente".