L D (EFE) Novoa aseguró que seis de las playas afectadas, algunas con restos en sólo el 1 por ciento de la superficie, quedarán limpias en el mes de junio. Se trata de Razo-Baldaio, en Carballo; Barrañán, en Arteixo; Barra do Meio, en Ponteceso, Trece en Camariñas y Calboa Pequena y Gures, en Cee. Asimismo, técnicos del Ministerio de Medio Ambiente investigan los resultados de la aplicación de la biorremediación en las playas de Moreiras, en Muxía, y de Sorrizo-Portochas, en Arteixo.
Las restantes cuatro playas que todavía presentan restos de hidrocarburo son de difícil acceso, por lo que, según explicó el comisionado, se deberá esperar a que termine la época de temporales para intentar llegar a la zona con helicópteros y proceder después a su limpieza. Estas zonas de mayor dificultad son la playa de O Rostro, donde aún se recogieron de debajo de la arena 2.000 toneladas de fuel durante la semana del 12 de mayo, y las calas rocosas de Prado, Grexal y Rosela, en Valdoviño.
Novoa realizó en La Coruña un balance de la limpieza de la costa gallega del fuel procedente del siniestrado petrolero Prestige cuando se cumple la fecha fijada por el Gobierno español en la que todo el litoral de Galicia estaría limpio. En cifras se ha trabajado sobre 12,6 kilómetros cuadrados de playas, lo que equivale a más de un millar de campos de fútbol, se han repartido 885.363 equipos de protección individual y 33.738 contenedores y bolsas para recoger 70.000 toneladas de fuel.
Para el director general de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, José Trigueros, "prácticamente se ha cumplido el objetivo del Gobierno", es decir, que todas las playas gallegas estuvieran limpias el 1 de junio. Por este motivo, quiso hacer un "reconocimiento público" al trabajo realizado por voluntarios, Fuerzas Armadas, personal contratado y de las administraciones, en especial a los trabajadores de las demarcaciones de Costas en A Coruña, Pontevedra y Lugo por "una dedicación plena más allá de lo exigible".
Las restantes cuatro playas que todavía presentan restos de hidrocarburo son de difícil acceso, por lo que, según explicó el comisionado, se deberá esperar a que termine la época de temporales para intentar llegar a la zona con helicópteros y proceder después a su limpieza. Estas zonas de mayor dificultad son la playa de O Rostro, donde aún se recogieron de debajo de la arena 2.000 toneladas de fuel durante la semana del 12 de mayo, y las calas rocosas de Prado, Grexal y Rosela, en Valdoviño.
Novoa realizó en La Coruña un balance de la limpieza de la costa gallega del fuel procedente del siniestrado petrolero Prestige cuando se cumple la fecha fijada por el Gobierno español en la que todo el litoral de Galicia estaría limpio. En cifras se ha trabajado sobre 12,6 kilómetros cuadrados de playas, lo que equivale a más de un millar de campos de fútbol, se han repartido 885.363 equipos de protección individual y 33.738 contenedores y bolsas para recoger 70.000 toneladas de fuel.
Para el director general de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, José Trigueros, "prácticamente se ha cumplido el objetivo del Gobierno", es decir, que todas las playas gallegas estuvieran limpias el 1 de junio. Por este motivo, quiso hacer un "reconocimiento público" al trabajo realizado por voluntarios, Fuerzas Armadas, personal contratado y de las administraciones, en especial a los trabajadores de las demarcaciones de Costas en A Coruña, Pontevedra y Lugo por "una dedicación plena más allá de lo exigible".