(Libertad Digital) Miguel Carcaño, principal imputado por la desaparición y muerte de Marta del Castillo, podría haber sido detenido al menos dos semanas antes pero una avería en los equipos de extracción de ADN de la Brigada de la Policía Científica lo impidió.
De hecho, el asesino confeso era ya el principal sospechoso desde el mismo día de la desaparición ya que incluso le requisaron la ropa que llevaba puesta ese día, en la que se encontró posteriormente sangre de la joven.
En este sentido, en la cazadora de Miguel Carcaño había sangre pero la avería de la máquina de la Policía Científica impidió comprobar durante la primera semana de investigación que ésta era de Marta, fechas cruciales a la hora de haber podido esclarecer los hechos. Esto hubiera evitado que los sospechosos preparasen sus coartadas ya que tanto el principal imputado como su hermano acudieron a un abogado días antes de ser detenidos.
Por ello, las pruebas de ADN tuvieron que ser enviadas a Madrid . En Sevilla los resultados se hubieran conocido en 72 horas pero de Madrid llegaron veinte días después de la desaparición. En esta prueba se confirmó que la sangre que había en la ropa de Miguel era de la joven sevillana. Pocas horas después fue detenido.