L D (EFE) El presidente de APRIAS, Javier López, asegura que aunque la nueva manera de comunicarse hace parte de la idiosincrasia y cultura nicaragüense, puede saltar fronteras sin faltar el respeto a la forma de comunicación de personas de otros países. López declaró a EFE que "si se pudiera hacer algo para transmitir (nuestra manera de comunicarnos) a otras personas de otros países respetando su entorno y manera original de comunicarse, pues nosotros estaríamos de acuerdo en hacerlo".
López estimó que en Nicaragua cerca de 2.000 sordos han aprendido a comunicarse por medio del LSN gracias a la ayuda de organizaciones suecas y danesas. Salomón García, otro de los miembros de APRIAS, manifestó que a los niños les enseñan a comunicarse volviendo a su entorno infantil. García dijo que los menores "aprenden con cuentos, anécdotas y mímicas propias de su mundo, y así se apropian del lenguaje y utilizamos algunas láminas para asociar su vida, su vivencia con su propio lenguaje y acercarlo a nosotros con juegos, bromas y de esa forma se apropie del lenguaje y estructure su propio conocimiento".
Científicos internacionales que han estudiado esta manera de comunicación señalaron a la revista "Science" que es verdaderamente efectiva y más fluida que el método tradicional oral con dactilología y alfabeto. Durante ese estudio, los investigadores compararon la forma en que niños y adultos utilizan el Lenguaje de Señas Nicaragüense (LSN) aprendido en diferentes etapas de su vida, obteniendo resultados impresionantes. Ann Senghas, del Colegio Barnard de la Universidad de Columbia, en Nueva York, dijo que los investigadores están "viendo la evolución en acción, pero lo que evoluciona no es un organismo, sino todo el sistema lingüístico".
La directora general de Educación del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes de Nicaragua (MECD), Violeta Malespín, afirmó que están en completa disposición de trabajar con APRIAS para transmitir la experiencia a otros países. Los miembros de APRIAS han publicado dos diccionarios con el lenguaje de señas, uno para adultos, en 1998, y otro para niños el año pasado, los cuales han sido aprobados por el MECD.