L D (Agencias) La decisión del Tribunal de Apelación del circuito número 11 tiene lugar cuando Terri Schiavo comienza este martes el decimotercer día desconectada de la sonda de alimentación, según informa Europa Press.
Los padres de Schiavo, Bob y Mary Schindler, aseguran que su hija querría seguir con vida y por ello piden la intervención de la Justicia. Por el contrario, el marido de Terri Schiavo, Michael Schiavo, insiste en que está cumpliendo los desdeos de su esposa al desconectar la sonda.
Los padres de Schiavo rogaron a su yerno en una rueda de prensa que permitiera la reconexión de la sonda. La madre dijo textualmente: "Michael y Jody, tenéis a vuestros propios hijos. Por favor, devolvedme a mi hija".
Los médicos estimaron que la mujer, de 41 años, moriría en una o dos semanas después de la desconexión de la sonda el 18 de marzo. Terri Schiavo sufrió daños cerebrales irreparables en 1990, cuando su corazón se detuvo durante varios minutos debido a un desequilibrio químico. Hasta el momento, los tribunales están de lado de Michael Schiavo, que afirmó que su esposa le dijo que no querría vivir en el estado al que ha llegado.
Michael, que ha mantenido batallas legales durante años para retirar la sonda, solicitó una autopsia de su mujer cuando muera, para probar que tenía daños cerebrales por los que nunca se hubiera recuperado. Sin embargo, sus padres insisten en que su estado puede mejorar. El abogado de Michael Schiavo, George Felos, explicó que el jefe del servicio forense del condado de Pinellas, el doctor John Thogmartin, está de acuerdo en llevar a cabo una autopsia antes de que sus restos sean incinerados.