L D (EFE) El primer ministro, Tony Blair, ha ordenado una "revisión a fondo" de la seguridad de la familia real, mientras el Palacio de Buckingham investiga el grave fallo que permitió al reportero Ryan Parry, del tabloide "Daily Mirror", trabajar como criado al servicio de la reina Isabel II.
Con 14.000 agentes en las calles, el centro de Londres blindado por la visita de Bush y un operativo de seguridad de quince millones de euros, el Gobierno británico no esperaba un bochorno semejante: quince páginas del "Mirror" demuestran este miércoles que otro "intruso" se coló en Palacio. En una serie de fotos, Parry deja claro que tuvo acceso al desayuno de la reina -que toma cereales y fruta-, a las habitaciones particulares de los príncipes Andrés y Eduardo, que aparecen llenas de ositos de peluche, y a la Suite Belga, donde desde el martes, se hospeda Bush.
"Si hubiera sido un terrorista con la intención de asesinar a la Reina o al presidente de EEUU lo hubiera podido hacer sin problemas" y hasta "hubiera podido envenenar a la reina", afirmó Parry. El periodista afirma que abandonó el palacio en la noche del martes, poco después de que llegara Bush, y que estaba previsto que hoy sirviese el desayuno a la consejera de Seguridad Nacional de EEUU, Condoleezza Rice, y al secretario de Estado, Colin Powell.
Con 14.000 agentes en las calles, el centro de Londres blindado por la visita de Bush y un operativo de seguridad de quince millones de euros, el Gobierno británico no esperaba un bochorno semejante: quince páginas del "Mirror" demuestran este miércoles que otro "intruso" se coló en Palacio. En una serie de fotos, Parry deja claro que tuvo acceso al desayuno de la reina -que toma cereales y fruta-, a las habitaciones particulares de los príncipes Andrés y Eduardo, que aparecen llenas de ositos de peluche, y a la Suite Belga, donde desde el martes, se hospeda Bush.
"Si hubiera sido un terrorista con la intención de asesinar a la Reina o al presidente de EEUU lo hubiera podido hacer sin problemas" y hasta "hubiera podido envenenar a la reina", afirmó Parry. El periodista afirma que abandonó el palacio en la noche del martes, poco después de que llegara Bush, y que estaba previsto que hoy sirviese el desayuno a la consejera de Seguridad Nacional de EEUU, Condoleezza Rice, y al secretario de Estado, Colin Powell.
Acceso a todo el Palacio
Según el relato del periodista, desde el primer día tuvo acceso completo a todas las áreas del Palacio, nadie revisó nunca sus bolsas y tampoco se investigaron a fondo sus referencias, pues una simple consulta en internet hubiera descubierto quién era. En una declaración ante la Cámara de los Comunes, el ministro británico de Interior, David Blunkett, definió como "correcta" la investigación del historial delictivo de Parry, pero reconoció que fueron "insuficientes" las revisiones realizadas para conocer el currículum profesional del solicitante de empleo.
El ministro del Interior admitió que hay razones para preocuparse pero aseguró que, en ningún momento, las vidas de la Reina o del presidente de Estados Unidos llegaron a estar en peligro. Una portavoz de la Casa Blanca insistió en que el Gobierno estadounidense confía en los servicios de seguridad británicos para defender al presidente Bush en su visita de Estado al Reino Unido.
El ministro del Interior admitió que hay razones para preocuparse pero aseguró que, en ningún momento, las vidas de la Reina o del presidente de Estados Unidos llegaron a estar en peligro. Una portavoz de la Casa Blanca insistió en que el Gobierno estadounidense confía en los servicios de seguridad británicos para defender al presidente Bush en su visita de Estado al Reino Unido.