L D (EFE) Irán se encuentra dentro de una zona sísmica muy sensible, y los temblores son muy frecuentes. El último y más grave se produjo el 26 de diciembre en Bam (sureste del país), con 41.000 muertos, según el último recuento oficial hecho público el pasado viernes, y no se descarta que sigan apareciendo cadáveres hasta alcanzar la cifra de 45.000.
Ese terremoto, de 6,3 grados Richter, dejó sin hogar a dos tercios de los habitantes de la ciudad -construida básicamente con adobe- y destruyó la Ciudadela de Bam, una joya arqueológica por ser la mayor construcción del mundo realizada en adobe.