Un motín de inmigrantes en un centro de internamiento en Fuerteventura deja cinco policías heridos

(Libertad Digital) Cinco policías nacionales de los ocho que custodian a los más de 1.400 inmigrantes que permanecen en el centro de internamiento de El Matorral, en Fuerteventura, tuvieron que ser hospitalizados el pasado martes al intentar evitar una "tentativa" de motín.

Según explica el rotativo canario, cuando uno de los cerca de 700 africanos de un módulo se disponía a recibir la cena se abalanzó sobre el chairman –así se denomina al interno de confianza que actúa de intermediario entre los inmigrantes y la Policía– unos de los agentes que custodiaba la sala actuó para repeler la agresión. Entonces, éste se vio rodeado por otros indocumentados en actitud agresiva. Al final, los ocho policías que custodian a las más de 1.400 personas tuvieron que intervenir en el altercado.

Fuentes de la Policía Nacional informaron de que cinco agentes resultaron con contusiones leves en brazos y espaldas: "nada grave para el tumulto que se organizó". Varios inmigrantes también sufrieron heridas de escasa consideración. En el diario de Las Palmas La Provincia, Agustín Brito, secretario regional de la Confederación Española de Policía, explicó que situaciones como esta no son nuevas y apuntó que "volverán a repetirse porque los centros están cada vez más masificados y hay muy pocos policías. Algún día tiene que reventar".

"Ambiente enrarecido"

La Confederación Española de Policías apuesta por aumentar el número de efectivos como "efecto disuasorio", ya que, a pesar de que los inmigrantes subsaharianos son muy tranquilos, la saturación de los centros comienza a afectar a todos y "ya se nota un ambiente enrarecido con tanta gente".

Este diario de Las Palmas explica en su información que la situación en los otros centros de internamiento no es mucho mejor, ya que hay 2.708 inmigrantes en el campamento militar de Las Raíces, cuando su capacidad es para 2.500; 1.068 en el campamento militar de La Isleta; 320 en Hoya Fría y 152 en Barranco Seco.

El rotativo canario explica que "pese a que el ritmo de derivaciones a la Península está siendo alto, de una media de entre dos y tres vuelos diarios, la incesante llegada de cayucos no permite que se alivie el desbordamiento de todos los recursos de internamiento".