(Libertad Digital) El protagonista, el oftalmólogo argentino Jorge Skibinsky, lleva dieciocho años como interino en Baleares en el Hospital de Inca y esperaba conseguir una plaza fija con la última Oferta Pública de Empleo. Pero la imposición del catalán se lo impedirá.
Este especialista tiene dos hijos, uno de ellos mallorquín. "En todos estos años he podido mantener una comunicación fluida y suficiente con mis pacientes en un idioma u otro, resolviendo sus problemas de salud en mi especialidad y sin que recibiera ningún reconocimiento oficial por ello, algo que no espero", dijo.
Sin embargo, aunque conoce el catalán, "aprendido en la calle", no comprende por qué se le exige un titulo. "Entiendo que sea un mérito, pero no que sea un requisito. Todo es una cuestión política. No es una medida de corte socialista, sino que es una concesión del PSOE a sus socios nacionalistas", sentenció.
Según informa el delegado balear de la Sociedad Española de Oftalmología, Manuel de Timoteom, el de Skibinsky no será el único caso de un especialista que se marche de la Comunidad por las políticas lingüísticas del Ejecutivo de Antich. "Hay muchas vacantes de oftalmólogos en el extranjero. Algunos me dicen que prefieren aprender francés o inglés y marcharse a vivir a Francia o Inglaterra donde cobrarán el triple", afirmó.