L D (EFE) El fallo recoge como hechos probados cuatro agresiones a la mujer, que precisó de atención médica, cuando la pareja estaba en proceso de separación. La sentencia señala que "no se trató realmente de una situación permanente de trato violento, sino más bien de un periodo muy concreto para poner fin a su relación, con el consiguiente nerviosismo y crispación que ello suele originar normalmente".
El fallo relata que "acusado y denunciante mantenían últimamente continuas discusiones acerca de la forma de iniciar la separación". Al parecer, el hombre sospechaba que su mujer tenía una nueva pareja y temía perder la custodia de su hija. "Fue pues -añade la sentencia- el estado de alteración psíquica del acusado el que motivó que éste mantuviera diversas discusiones con su mujer".
La fiscalía, que pidió un año de prisión para el acusado, no comparte los argumentos de la sentencia y ha recurrido el fallo ante la Audiencia de Lleida al entender que sí había malos tratos habituales.