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Un juez federal de California veta una ley que prohíbe el aborto en gestaciones avanzadas

Una juez federal de San Francisco, California, declaró este martes inconstitucional la ley promulgada por el presidente de EEUU, George W. Bush, que prohíbe la interrupción del embarazo en gestaciones avanzadas.

L D (EFE) Phyllis Hamilton, la primera juez en decidir en uno de los tres recursos interpuestos por grupos de defensa del aborto contra la ley, dijo que la medida atenta contra el derecho de las mujeres a elegir. "La ley supone una carga adicional en el derecho de la mujer a elegir si aborta", señaló la juez, que bloqueó de forma permanente la aplicación de dicha medida, promulgada en noviembre pasado.
 
Las reacciones en contra de la decisión de Hamilton por parte de Bush y del Departamento de Justicia, que anunció que emplearía "todos los recursos necesarios" para defender la ley, no se hicieron esperar. "El aborto de nacimiento parcial es un método abominable al que hay que poner fin", señaló en un comunicado la Casa Blanca. "El presidente está dedicado a construir una cultura de la vida, y la Administración tomará todas las medidas necesarias para defender esta ley en los tribunales", agregó.
 
Por su parte Stephanie Cutter, portavoz del candidato demócrata John Kerry, dijo que el senador estaba a favor de que se utilizase este método de aborto en gestaciones avanzadas solamente cuando la vida de la madre está en peligro. "Sin embargo, Bush sacó adelante una ley diferente que no protege la salud de las mujeres", señaló la portavoz. "Cuando Kerry sea presidente, nombrará jueces que respalden la Constitución y no su propia agenda ideológica", agregó Cutter.
 
Cuando aceptó la demanda a trámite, a finales del año pasado, Hamilton señaló que la ley no establece excepciones cuando está en peligro la salud de la mujer, un argumento similar al que emplearon otros magistrados de los estados de Nueva York y Nebraska para aceptar similares recursos legales. Los grupos que llevaron la cuestión ante los tribunales –entre ellos la Federación Nacional del Aborto y la asociación "Planned Parenthood"– argumentaban que el lenguaje que emplea la ley podría criminalizar procedimientos que se utilizan habitualmente para poner fin a la gestación una vez que ha entrado en la decimotercera semana. Los demandantes también creen que, en algunas ocasiones, esta es la única alternativa para proteger la vida de la madre.
 
La medida de Bush prohíbe un método de aborto que habitualmente se utiliza para acabar con embarazos en el quinto o sexto mes y que consiste en extraer el feto del cuerpo de la madre cuando todavía está vivo. Se estima que el número de abortos que emplean este procedimiento, conocido técnicamente como D&X, es de entre 2.200 a 5.000 de un total de 1,3 millones que se llevan a cabo al año en EEUU.
 
La ley declarada inconstitucional –la primera que restringe el derecho al aborto desde que éste se aprobara en una histórica decisión del Tribunal Supremo de EEUU, en 1973–, castiga a los doctores que recurran al procedimiento con un máximo de dos años de prisión. El ex presidente Bill Clinton (1993-2001) vetó en dos ocasiones leyes similares, mientras que los tribunales ya rechazaron una medida parecida hace cuatro años bajo el argumento de que no aceptaba excepciones cuando está en peligro la vida de la madre. La decisión de Hamilton afecta a 900 clínicas de todo el país, mientras que el alcance conjunto de las decisiones de los tres magistrados cubre a prácticamente todos los centros que practican abortos en EEUU. 

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