
(Libertad Digital) La Policía ha asegurado que cinco personas han muerto, entre ellas se encontraría un agente de seguridad y el propio sospechoso. El incidente empezó a las 21.00horas en Estados Unidos, desde una casa de San Fernando Valley. Seis horas después, la Policía lanzó gases lacrimógenos dentro de la vivienda. Unos 90 minutos después, la casa empezó a arder sin conocerse el origen del incendio.
Enseguida la Policía intercambió disparos con el sospechoso y éste quedó abatido. “Hemos hecho un esfuerzo real” por hacer entrar en razón al individuo, dijo el Subjefe de Policía Mike Moore, que lideró la operación. “Desafortunadamente el sospechoso no ha querido mantener ningún tipo de contacto con nosotros”.
Cuando los agentes de policía entraron en la casa, se encontraron a dos hombres muertos y un tercero que aunque había recibido varios disparos, se encontraba aún con vida. La Policía trató de sacar al herido fuera para practicarle los primeros auxilios, pero el intento por reanimarle resultó en vano.
Los bomberos acudieron a San Fernando Valley para apagar las llamas. Las calles colindantes de la vivienda fueron cortadas al tráfico durante varias horas.
El alcalde de Los Ángeles, el latino Antonio Villaraigosa, dijo en rueda de prensa que había visitado a la familia del policía asesinado que deja una mujer y dos hijos.