L D (Agencias) Los hechos se produjeron sobre las 19.00 horas, cuando Jesús G.R, vecino de Pedrajas y trabajador en Íscar, se entregó en el Puesto de la Guardia Civil de esta localidad y confesó que acababa de matar a su mujer en el domicilio conyugal, situado en la calle Plantío, en una zona de viviendas de protección oficial ubicadas en las proximidades del camino que lleva a la ermita de Sacedón.
Una vez en el lugar de los hechos, la Guardia Civil halló el cadáver de L.S.C, de 58 años, tumbada y completamente ensangrentada, aparentemente muerta como consecuencia de haber sido golpeada en la cabeza con un palo grueso en repetidas ocasiones, según informaron a Europa Press fuentes del Instituto Armado.
El desencadenante que barajan los agentes que investigan la agresión se puede corresponder con las diferencias conyugales en el seno del matrimonio, conocidas en la localidad, y el hecho de que la víctima hubiera acudido hoy mismo por la mañana a consultar con un letrado el inicio de los trámites de separación.