Un hombre mata a su mujer en Las Palmas

L D (EFE) Así lo manifestó una de las vecinas del número 3 de la calle Manuel Hernández Galindo, que vive junto al edificio de dos plantas en el que sucedieron los hechos, situado en el número 5 de la citada vía. Esta vecina, alertada por los fuertes gritos y golpes que provenían de la vivienda de la pareja, que linda con la suya, se asomó al balcón en compañía de su marido. "Cuando acabó, -explicó la vecina acerca del presunto asesino- se asomó al balcón cubierto de sangre y me dijo: ayúdame, he matado a mi mujer".

La vecina agregó que el agresor, identificado como J.F.M.G, de 39 años, llevaba dos semanas residiendo fuera del domicilio, al que llegó este lunes con intención de quedarse y reiniciar así la convivencia con la víctima, F.G.N, de 32 años. Los hechos, que ocurrieron sobre las 11.30 de la mañana, fueron presenciados por dos de los tres hijos de la pareja, concretamente por el menor, de 9 años, y la mediana, de 13, ya que la mayor, de 15 años, se encontraba en esos momentos en la Casa de la Cultura, dijo a Efe su mejor amiga del barrio, que vive justo en frente de su casa y prefirió no dar su nombre.

Esta chica, de 13 años, y que solía pasar las tardes en el domicilio de la hija mayor de la víctima, definió al agresor como un hombre "normal, aunque muy posesivo y celoso". Precisamente, fueron los celos los que le llevaron a matar a su compañera, según dijo la joven, ya que, en el transcurso de la discusión se le oyó decir "si no eres para mí, no eres para nadie". Según informó a Efe la Delegación del Gobierno en Canarias, la víctima había denunciado a su compañero por malos tratos en enero de 2001.

Según las mismas fuentes, el agresor utilizó un cuchillo de cocina para apuñalarla y degollarla con un corte en el cuello que le causó la muerte instantánea. Los tres hijos de la pareja se encuentran en un hospital de la capital grancanaria, según dijo la mayor a su amiga en una llamada telefónica sobre las 15.00 horas. Cuando abandonen el centro tienen pensado ir a casa de su abuela, precisó la chica.

Tras degollar a su compañera, el agresor salió del domicilio con el cuerpo ensangrentado y descalzo, dejando a su paso las marcas de los pies, de gran tamaño, por todas las escaleras del edificio. Ya en la calle, miró a los vecinos que se encontraban asomados en sus balcones y les pidió ayuda porque "había matado a su mujer", según había relatado la vecina. El agresor fue detenido en la puerta del edificio en el que ocurrieron los hechos y será puesto a disposición judicial en las próximas horas.