Colabora

Un hombre armado con dos pistolas provoca una masacre en la Universidad Técnica de Virginia: 33 muertos y 29 heridos

La Universidad Técnica de Virginia ha vivido este lunes la mayor masacre de la historia en un campus universitario de EEUU. El último balance oficial eleva el número de muertos a 33, incluyendo al asesino, la mayoría de ellos estudiantes. La policía ha confirmado que se trata de un mismo pistolero armado con dos pistolas semiautomáticas que primero abrió fuego a las 07.15 horas en una residencia de estudiantes, matando a dos personas y provocando varios heridos. Dos horas después se dirigió a una facultad y disparó indiscriminadamente a los presentes, provocando decenas de muertos antes de acabar con su propia vida. Al menos 29 estudiantes han sido ingresados en cuatro hospitales con heridas de bala.

L D (Agencias) Los últimas cifras de muertos en la Universidad de Virginia reflejan el infierno que han vivido los estudiantes de este campus estadounidense. El último balance oficial eleva la cifra de víctimas, que incluye al propio asesino, a 33 muertos y 29 heridos.
 
Aún no se ha confirmado definitivamente si el asesino era o no un estudiante, aunque se piensa que sí, porque conocía muy bien el campus. Lo que sí se sabe es que utilizó dos pistolas semiautomáticas de nueve milímetros y que ha muerto, al parecer tras ser abatido por disparos de la policía, aunque algunas fuentes no descartan la posibilidad de que se haya suicidado. El pistolero llevaba un chaleco antibalas.
 
En el primer tiroteo, dos personas fallecieron y varias resultaron heridas como consecuencia de los disparos en la residencia West Ambler Johnston, donde se albergan unas 895 personas. El asesino habíacerrado con cadenas las puertas tras de sí para que nadie pudiera escapar. Dos horas después el pistolero irrumpía en una facultad y disparaba indiscriminadamente a los presentes, causando al menos treinta muertos y otros tantos heridos. Allí fue donde decidió acabar con su vida.
 
El tiroteador entró en un aula y disparó mortalmente a un profesor que daba clases de alemán. Luego comenzó a hacer lo mismo con los alumnos. Los estudiantes saltaban desde las ventanas, presas del pánico. Una estudiante que logró salir del aula, de nombre Erin Sheenan, ha declarado a The Wall Street Journal que el hombre armado "era un chico de aspecto normal, asiático, pero que tenía una vestimenta que recordaba a la de los Boy Scout". "Ví cómo las balas impactaban en los cuerpos de la gente; había sangre por todos lados", continúa Sheenan.
 
Una brigada de los SWAT tuvo que abrirse camino recurriendo a las hachas para abrir las puertas, pertrechada con fusiles de asalto para detener al asesino, pero cuando llegaron ya había acabado con su propia vida.
 
Las autoridades de la universidad enviaron un e-mail explicando que se había producido un tiroteo en la universidad, y cuyo texto decía: "Ha ocurrido un incidente con disparos en West Amber Johnston esta mañana. La Policía está en la escena y está investigando". Un estudiante dice que le llegó a las 9:26, más de dos horas después del primer disparo.
 
Las autoridades han iniciado el proceso de identificación de las víctimas y la evacuación de los estudiantes. También han decidido cancelar las clases para este lunes y martes.  "La universidad está conmocionada y horrorizada (...), ofrezco mis más profundas y sinceras condolencias" a los familiares de las víctimas, dijo en rueda de prensa Charles Steger, presidente de la universidad, que calificó el crimen de "tragedia de proporciones monumentales".

Steger dijo que la primera llamada de emergencia a la policía fue hacia las 07.15 de la mañana  y, dos horas después, se informó de otro tiroteo en un segundo edificio del centro educativo. Los heridos han sido trasladados a diversos hospitales locales, y las autoridades preparan sesiones de ayuda psicológica para los supervivientes, agregó Steger. "Estamos haciendo planes para comenzar el proceso de curación de esta terrible tragedia", afirmó Steger, tras añadir que en la investigación del crimen participan agentes de la policía local y estatal y de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

 
Bush, conmocionado
 
El presidente de EEUU, George W. Bush, lamentó la masacre de Virginia y ofreció ayuda federal para la investigación. "Nuestra nación está conmocionada y entristecida por la noticia de los tiroteos (...) Laura y yo y muchos en toda la nación estamos rezando por las víctimas y sus familias" y todos los afectados por "esta terrible tragedia", dijo Bush durante unas breves declaraciones desde la Casa Blanca. "Las escuelas deben ser lugares seguros, santuario y de aprendizaje. Cuando ese santuario se viola, el impacto se siente en todas las aulas estadounidenses y en todas las comunidades" del país, observó Bush, en alusión a otros actos de violencia en centros de estudio en el país.
 
El mandatario estadounidense dijo que habló con el gobernador de Virginia, el demócrata Tim Kaine, y con el presidente de la universidad, Charles Steger, a quienes les ofreció toda la ayuda posible para las investigaciones. "Prometí que estaríamos listos a ayudar a las autoridades policiales locales y a la comunidad de cualquier manera en estos momentos de tristeza", dijo Bush, quien elevó plegarias por las víctimas y sus familiares.


Zona libre de armas
 
Todas las universidades públicas de Virginia son "gun free zones" o áreas libres de armas. Es decir, que está prohibido acceder a sus instalaciones con un arma de fuego. Este hecho ha podido facilitar que el tiroteador no tuviera miedo de llevar a cabo su múltiple crimen, y que no pudiera ser detenido por nadie, antes de que él mismo acabara con su vida.
 
No es la primera vez que la universidad, de unos 10.500 metros cuadrados y con 26.000 estudiantes, es escenario de violencia, calificada hoy como un "acto incomprensible y abominable". En agosto de 2006, las autoridades también cerraron la universidad después de que un preso escapara de la cárcel, asesinara a un guardia y se refugiara en el centro de estudios.
 
La de este lunes es la mayor matanza que se ha producido nunca en un campus universitario de EEUU. Hasta ahora el mayor número de muertos se había producido en 1966 en la Universidad de Texas, cuando un individuo llamado Charles Whitman disparó desde la altura de un piso 28, en la torre del reloj del campus, matando a 16 personas e hiriendo a 31.
 
En 1991 Gang Lu, de 28 años, un estudiante chino de físicas dolido porque no se le concedió una distinción académica, abrió fuego en la Universidad de Iowa. Acabó con la vida de dos trabajadores del departamento de física y otras dos personas, antes de acabar con la suya propia. El caso más reciente se produjo el 2 de septiembre de 2006, cuando Douglas W. Pennington, de 49 años, mató a sus dos hijos antes de suicidarse en el campus de la Shepherd University en Shepherdstown, en Virginia Occidental.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario