L D (EFE) El juicio por estos hechos, previsto para este jueves en la sección cuarta de la Audiencia de Valencia, concluyó con un acuerdo entre las partes implicadas, en el que el fiscal aceptó rebajar su petición inicial de 40 años de prisión.
Según la acusación pública, el procesado, E.N.G., "celoso" porque su esposa tenía un nuevo empleo en una conocida joyería de Valencia que le había hecho prosperar laboral y socialmente, "decidió vengarse de ella atacando a sus propios hijos, de 8 y 4 años". De esta forma, sobre las 17 horas del 29 de agosto de 2002, aprovechó que la mujer no se encontraba en el domicilio familiar, situado en la calle Arquitecto Arnau del barrio de Benimaclet, y con el pretexto de darles un baño a sus hijos los introdujo desnudos en la bañera.
A continuación, metió un secador de pelo en la bañera y lo conectó a la red eléctrica "con la intención de electrocutarlos", pero no se produjo la descarga. Seguidamente llevó al pequeño de 8 años al dormitorio principal, lo colocó sobre la cama y "le aplastó la cabeza con una almohada tratando de asfixiarlo", pero finalmente "aflojó la presión" porque había decidido "que mataría a sus hijos de otro modo". Así, mientras el menor volvía al cuarto de baño junto a su hermano, el procesado fue a la cocina y cogió un cuchillo con el que asestó diversas puñaladas a sus dos hijos. El niño de 4 años recibió dos cuchilladas en órganos vitales, una de las cuales le perforó el corazón, que le habrían provocado la muerte de no haber recibido atención médica urgentemente.
Después, con la intención de aparentar un estado de semi-inconsciencia, ingirió "algo de vino y un par de comprimidos de Valium", y se hizo algunos cortes en la muñeca para simular que había intentado suicidarse. Además, el procesado dejó una nota dirigida a su esposa en la que "a modo de reproche" escribió: "este es el precio que vas a pagar para que todo sea tuyo, piso, coche y dinero. Los hijos vienen conmigo. Ya eres libre. Adiós. Yo no estoy loco, tu me has amargado la vida". Con sus hijos heridos dentro de la bañera, el acusado amontonó varios trozos de papel, los roció con colonia y prendió fuego, por lo que se quemó la cortina del baño, si bien las llamas no se propagaron.
Al mismo tiempo, telefoneó a su esposa a la joyería donde trabajaba y le dijo que sus hijos "se iban al cementerio", por lo que la mujer alertó a la Policía y acudió con dos agentes a su domicilio. Una vez allí, los agentes vieron al menor de 8 años ensangrentado y trataron de auxiliarle, momento que aprovechó el inculpado para abalanzarse sobre su esposa e intentar estrangularla con el brazo, pero la mujer logró zafarse al darle un mordisco en el antebrazo. Cuando los agentes detuvieron al acusado, éste trató de fugarse y llegó a golpearles con la cabeza durante su traslado en el vehículo policial.
Por estos hechos, E.N.G., ha aceptado sendas penas de once años y tres meses de prisión por dos delitos de intento de asesinato, siete años y seis meses por un intento de homicidio, 18 meses por un delito de atentado y tres fines de semana de arresto por una falta de lesiones. Además, el acusado será privado de la patria potestad de sus hijos para el resto de su vida y deberá pagarles una indemnización de 120.000 euros a cada uno de ellos, así como 180.000 euros para su esposa y 3.390 euros para uno de los agentes agredidos.