Qué cosas, hace un tiempo nos encontrábamos con otro manifiesto, en esa ocasión por parte de los que ahora se echan encima de SD... en defensa de Roman Polanski.
Es decir, los que ahora se escandalizan por un acto consentido, que se puede reprobar o no (según la moralidad de cada uno) entonces defendían a un violador -de otra niña de trece años- y además condenado.
Yo no voy a apoyar ni a condenar a Dragó, lo único que sé es que me da muchísimo asco el doble rasero de este país.
El sexo es el sexo. Hasta la persona más redicha y finolis y puritana ha venido al mundo porque un espermatozoide de su padre fecundó un óvulo de su madre, y en la inmensa mayoría de los casos gracias al coito, que es el frotamiento o frotación del pene erecto del hombre dentro de la vagina de la mujer hasta la eyaculación de semen, sustancia, que, de contener suficientes espermatozoides o gametos masculinos y si llegan hasta las trompas de Falopio u oviducto, donde ha de haber al menos un óvulo, puede producirse la fecundación.
Perdón por explicar lo obvio.
Dicho esto, el sexo tiene su faceta lúdica, que para algunos, es el caso de Sánchez Dragó, es el centro de su vida y el principal objetivo de su existencia, y para otros es un mal necesario, asqueroso, inmoral e insano, quizás, incluso, pecaminoso, que debe ser reprimido con palabras, gestos, aspavientos y quizá con amenazas y violencia. Y en el medio nos encontramos todos los demás: los normales. Los que no estamos demasiado obsesionados con la cuestión y tampoco pensamos que sea cosa mala.
Aparte de la literatura que Dragó le echa a todo, si la "niña" en cuestión quiso, dueña de su voluintad, mal que les pese a los padres puritanos del Mundo, mantener relaciones sexuales con ese galán, pues es asunto suyo. No es pederastia mantener relaciones sexuales con un menor de edad que consiente en ello. Desde luego, depende de la voluntad del menor, de su capacidad mental y de su madurez sexual (es decir, de si se ha despertado el deseo de apareamiento o no).
La fama no es cosa propia, no depende de uno, sino de lo que los demás digan de uno. Y no puede haber leyes que digan que cuando dicen algo malo de ti o de alguien de tu familia o de un amigo tuyo, tú tienes derecho a denunciarlo y a pedir sanciones de tipo penal. Otra cosa bien distinta son las amenazas o la burla a las víctimas de un accidente o de un delito, como un acto terrorista: eso sí es un delito porque no tiene que ver con la fama sino con la vida de las personas.
Esto no es más que un ataque a una mujer de éxito a través del eslabón más débil y no menos odiado.
Yo si apoyo el manifiesto.
Ya está bien de las dos varas de medir que tienen los sociatas que nos gobiernan qu equieren imponer en vez de la enseñanza, el ADOCTRINAMIENTO de nuestros hijos y mandarlos a abortar con 16 años, enseñarlos a masturbarse y como mantener relaciones sexuales a los 15 años ¿esto no los escandaliza? son unos falsos, vividores del cuento que solo podian gobernar un pais tan mediocre como este
Gustavo Bueno, como siempre, ha dado en el clavo al mencionar a Aguirre... y como siempre, de forma no intencionada (este señor se entera ya de poco). Porque al fin y al cabo Dragó y Boadella viven ambos del dinero público de la Comunidad de Madrid, que en última instancia depende de Esperanza Aguirre. Y lo siento mucho, pero no me creo nada de la independencia de estos dos señores que nunca pierden ocasión de bendecir públicamente la mano que les da de comer. Pero claro, atacarlos a ellos es "atacar a Aguirre". Muy bien dicho, señor Bueno, y flaco favor que les hace a sus amigos. Usted está mejor callado, francamente.
En fin, que Boadella y Dragó son estómagos agradecidos y eso es una desgracia para quienes pretenden presentarse como espíritus libres de toda tentación terrenal.
Y el problema de las afirmaciones de Dragó residen en el tono, no en el contenido. Me pregunto cuántas personas de las que escriben en este foro aceptarían que sus hijas, nietas, sobrinas o hermanas de 13 años fueran descritas en los términos en los que lo hace Dragó.
Ninguna persona decente lo aceptaría. Nadie permitiría que un adulto se "trajinase" (palabras de Dragó) a su hija de 13 años y luego se jactase de ello públicamente. La libertad de expresión es irrenunciable, por supuesto. Pero también lo son la decencia y el respeto.
Lo asombroso es que sea la izquierda la que se muestre escandalizada por un suceso, real o inventado, que se ubica precisamente en el año 1967, en una época en la que la izquierda estaba por la supresión de fronteras para el amor y el sexo, incluyendo la frontera de la edad. Una época en la que a la izquierda le encantaba mirar las fotos que el autor de "Alicia", Lewis Carrol, había hecho a niñas semidesnudas.
¿No será que se escandalizan, o eso fingen, por pura envidia al imaginar la escena que Dragó describe?
Dragó debería interponer denuncia contra quienes le difamen. La izquierda desesperada se torna inquisidora y stanlinista, riámonos un poco de ella.
yo tampoco firmo el manifiesto
Vollmond, ¿has leído algún libro de Reinaldo Arenas, por ejemplo?
Frentismo...
No da igual lo que escriba o lo que diga desde el momento en que resulta incómodo al rodillo socialista. El gran pecado de Drago es promover la individualidad en el pensamiento y en la acción. No lo puede tolerar un Estado que pretende acabar con la facultad de pensar y controlar todos nuestros movimientos.
¿Veremos a Wyoming y al jugador de rugby que le acompaña en su programa escandalizados leyendo algun texto extraído de "Las edades de Lulú" de Almudena Grandes?
Esto sólo ocurriría si la escritora apareciese en algun medio de comunicación molesto y sospechoso criticando a Zapatero.
La gran paradoja e hipocresía de todo esto es que una niña con 14 años puede acostarse con Dragó y a los 16 abortar sin consultar a nadie pero Dragó no puede contarlo. Por lo menos en Telemadrid.
Tristana,
hay varias diferencias entre el caso Polanski y Dragó. Entre otras cosas, que Polanski nunca se jactó de lo que hizo (ni llamó "putita" a su víctima), que tuvo que responder ante la justicia y que cumplió condena por su acción.
Lo que ocurrió en el caso Polanski es una anomalía jurídica por la que se pretendía que 35 años después del delito, con la condena cumplida (6 meses en prisión) y sin haber sido reincidente, Polanski debía volver a responder ante la justicia. Incluso el fiscal del caso consideraba todo esto escandaloso. Y la realidad es que el caso Polanski obedecía -y siempre obedeció- al afán de publicidad de ciertos jueces norteamericanos.
Yo no defiendo la acción de Polanski ni pretendo que Dragó vaya a la cárcel por la suya. Simplemente creo que no es aceptable el que alguien presuma de haberse "trajinado" a niñas de 13 años y las llame "putas".