Las penas para incendiarios, instigadores y cómplices en general debería de ser de 10 a 20 años de cárcel dependiendo de las hectareas quemadas y de los daños causados. Ni que decir del embargo total de todos sus bienes y que las penas se cumplirian INTEGRAMENTE. Veriais como no les quedaban ganas de quemar montes a esta pandilla de hijos de mil padres.
¡Vaya! Ya ha llegado Zapatero a las Canarias y le acompañan los incendios. No importa, el año pasado fue catastrófico para los bosques españoles y este año es aún peor. Los enormes dispendios económicos comprometidos por Zapatero para la UME, su guardia pretoriana, se muestran poco eficaces. Pero la izquierda ecologista mira para otro lado, sólo "les pone" oir hablar del Prestige.