L D (EFE) Durán, doctor en Ciencias Geológicas e investigador titular del Ministerio de Ciencia y Tecnología, afirmó que "si ha habido vida o si la hay ahora estará en las cuevas, que habrán conservado siempre una temperatura y humedad similar". Las cuevas que debe haber en Marte, dijo, serán de origen volcánico, lo que se conoce como "tubos volcánicos", aunque no descarta que sean también de algún sulfato como el yeso, que es el producto de la evaporación del agua.
En general, explicó, la vida que se encuentra en una cueva volcánica "es la misma que en las otras: adaptadas a que no haya luz, ni clorofila ni vegetales, sin pigmentación y con un organismo que les permite aguantar sin aporte energético mucho tiempo, es decir son extremófilos".
Aunque la zona minera de Río Tinto se haya revalorizado como un modelo análogo de la vida de la Tierra en Marte con el descubrimiento de jarosita, Durán no cree que aquí haya cuevas porque el suelo español "ha sufrido procesos importantes de metaformismos y con materiales muy antiguos, es decir que no son los óptimos para encontrar la conservación de extremófilos". También es muy difícil que se encuentren cuevas calizas en Marte porque en su mayor parte tienen origen orgánico, es decir, que para que se hagan los depósitos es necesaria la presencia en superficie y subsuelo de microorganismos.
En España hay una importante concentración de simas de 1.000 metros, una cuarta parte de todas las que hay en el mundo, debido precisamente a los macizos de calizas, con una definición de relieve muy importante, como sucede con los Picos de Europa. En Canarias, por ejemplo, hay también un gran número de tubos volcánicos, algunos como la Cueva del Viento de Tenerife que tienen hasta 17 kilómetros, que se producen cuando hay una erupción, que forma canales internos y que se solidifican una vez que deja de fluir lava.