La banda, formada por españoles y marroquíes de entre 20 y 47 años, ha llegado a robar una treintena de vehículos valorados en 600.000 euros, de los que se han recuperado 27, y siete de sus miembros han acabado en prisión.
En declaraciones a los periodistas, el inspector jefe del Área central de crimen organizado, Jordi Ollé, ha explicado que el grupo estaba formado por dos células. Una de ellas estaba establecida en el Vallès Occidental dedicada a robar vehículos en "talleres o concesionarios aprovechando un despiste".
La otra célula, asentada en Marruecos, vendía algunos de los vehículos robados y utilizaba los demás automóviles para traficar con drogas.
Muchos de estos robos, perpetrados principalmente en municipios del Vallès, aunque también en Barcelona, Mataró, Igualada, El Vendrell, Cervera, Tàrrega, Mollerussa y Huesca, se realizaban "por encargo" y se trataba tanto de coches de gama alta como de algunas furgonetas.
Según los investigadores, la banda está relacionada con aproximadamente 60 robos, estafas, hurtos y robos con fuerza en locales y empresas.
En esta operación, bautizada como 'Iberus', los Mossos realizaron nueve registros en Barcelona, Barberà del vallès, Ripollet, El Prat, Sabadell y Cerdanyola, donde se incautaron de 34 kilos de hachís, 200 pastillas de éxtasis y cocaína.