Un fuerte seísmo causa 300 muertos en la provincia marroquí de Alhucemas

 

 

Aunque el recuento oficial sigue fijado en 229 muertos y 120 heridos, se teme que aumente cuando se contabilicen las víctimas en pequeñas aldeas de difícil acceso por carretera y concluyan las labores de desescombro en Imzurem, una ciudad de unos 20.000 habitantes, situada a unos 10 kilómetros al sur de Alhucemas, donde hasta ahora han sido extraídos de los escombros 164 cadáveres.

 

Algunas autoridades y medios de comunicación locales estiman que unas 60 personas podrían haber muerto en pequeñas aldeas rurales como Ait Kamara, pero no figuran todavía en ese recuento oficial. Se trata de aldeas con casas muy dispersas y construidas en su mayoría de adobe sobre zonas no asfaltadas, en las que viven familias muy numerosas.

 

El Ejército, la Gendarmería, la Marina Real y la Media Luna Roja, entre otros organismos marroquíes, se desplegaron de inmediato para buscar a supervivientes. Siete heridos con lesiones en la columna vertebral fueron trasladados en un avión de las Fuerzas Aéreas de Marruecos al hospital militar de Rabat. Los demás reciben atención en los hospitales de Alhucemas y en otros lugares habilitados en las zonas afectadas por el seísmo.

El rey Mohamed VI ha expresado sus condolencias a los familiares de las víctimas del terremoto y se ha trasladado a la ciudad norteña de Tánger para visitar las poblaciones siniestradas. El Rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno, José María Aznar, han conversado telefónicamente con el monarca marroquí. La Dirección General de Protección Civil, a petición del Ministerio de Asuntos Exteriores, ha enviado a Alhucemas un primer avión con un equipo de especialistas en emergencias.