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Un falso agente secreto estafa 300.000 libras a los padres de Madeleine McCann

Un empresario que se hizo pasar por un agente secreto ha estafado unas 300.000 libras (unos 333.000 euros) a los padres de la niña Madeleine McCann, desaparecida hace dos años en la región portuguesa del Algarve.

El periódico británico The Sunday Times revela en su edición de este domingo que ese fue el dinero que se quedó Kevin Halligen, un consultor británico en materia de seguridad, del total de 500.000 libras que recibió de los McCann para que investigara la desaparición de la niña con la ayuda de varios detectives privados.

Pero el dinero no fue empleado para buscar a la niña, según un amigo no identificado de Kate y Gerry McCann que es la fuente principal de esta información y que asegura que el matrimonio ha expresado su preocupación por el comportamiento de Halligen.

"Les prometió la Luna, pero todo resultó en nada", dice este amigo de los McCann, que asegura que cuando el empresario ofreció sus servicios intentaba dar "una imagen de intriga y misterio, actuando como si fuera un espía al estilo James Bond". El Times informa de que la fundación que gestiona el dinero para la búsqueda de Madeleine McCann contrató los servicios de Oakley International, la empresa de Halligen radicada en Washington.

Fuentes próximas a este empresario explicaron que Halligen aseguró a los McCann que les proporcionaría imágenes de satélite y listas de las llamadas telefónicas realizadas la noche que desapareció Madeleine para tratar de encontrar a los autores.

El supuesto agente secreto dijo a los representantes del matrimonio que la información se la facilitarían sus contactos en la capital estadounidense, pero que en última instancia lo único que aportó fue "una imagen tomada de Google Earth".

Oakley International también contrató los servicios de otros expertos, como el ex jefe de operaciones secretas de la Policía británica, Henri Exton, que ha reclamado sin éxito 100.000 libras (111.000 euros o 165.000) a Halligen por el trabajo realizado.

Los documentos a los que ha tenido acceso este periódico muestran que mientras la empresa recibía las transferencias de la fundación de los McCann, Halligen retiraba grandes cantidades para pagarse viajes en primera clase, hoteles de lujo y coches con chófer. El contrato venció el pasado mes de octubre y no fue renovado.

Lo último que se sabe de Halligen es que viajó a Roma para un viaje, tras lo cual no regresó a Washington, y que fue visto en un hotel de Bath (Inglaterra), donde se registro con un nombre falso.

El perfil estafador de este empresario llegó hasta su esfera personal, ya que hace dos años organizó una boda falsa con una abogada, a la que aseguró que no podía poner su nombre real en los documentos del matrimonio por su condición de agente secreto. Halligen, que ya estaba casado, contrató a un actor para que hiciera de sacerdote en la ceremonia.

Una investigación más amplia ha demostrado también que se compró una casa valorada en 1 millón de libras (1,11 millones de euros o 1,65 millones de dólares) con dinero estafado a Trafigura, la compañía acusada de arrojar ilegalmente vertidos tóxicos en África.

"Está claro que este hombre vio a una familia vulnerable que atravesaba una situación horrible y en lo único en lo que se fijó fue en que había gente que ofrecía dinero para ayudar a encontrar a Madeleine", dijo Stephen Dorrell, el parlamentario de la circunscripción en la que viven los McCann.

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