LD (José Carlos Rodríguez) En una entrevista concedida a George Murphy, Nils-Axel Morner, especialista precisamente en niveles del mar, hace referencia a uno de los estudios avalados por el IPCC, que estudiaba el nivel del mar y las mareas en un punto de Hong Kong. Uno que, de acuerdo con este especialista, al ser un lugar de compactación de la sedimentación, "es el único que no deberías utilizar, como sabe cualquier geólogo".
Pero, al observar los datos, "entonces, la serie de datos que, en sus publicaciones" (en referencia al IPCC), "en su página web, describían una línea recta, de repente cambia bruscamente y muestra una línea de crecimiento muy pronunciada, de 2,3 milímetros al año, el mismo que la medición de las mareas. Y eso no parecía muy adecuado".
IPCC reconoce la manipulación
De hecho, según este científico, "parecía como si ellos hubiesen observado" algún tipo de dato que justificara ese cambio. "Pero ellos no observaron nada". De hecho era el gráfico original, "al que habían añadido un 'factor de corrección' que obtuvieron de las mediciones de las mareas". De este modo, este aumento del nivel del mar "no fue una observación, sino un dato introducido desde fuera".
Morner recuerda cómo pronunció su acusación contra la IPCC con la Academia Rusa de Ciencias como anfitriona. "Les dije: habéis introducido estos factores desde fuera, no es una observación". Y sigue: "Y ellos nos respondieron que tuvieron que hacerlo, ya que de otro modo no obtendrían ningún tipo de tendencia". Morner explica ese comportamiento porque ellos "saben" el resultado antes de realizar el estudio, al revés que el proceder científico, que diseña el experimento y las observaciones para descubrir más tarde los resultados.
"Expertos" que no lo son
El geólogo incide entonces en un punto muy revelador: "He sido un experto consultado por el IPCC en 2000 y el año pasado. La primera vez que lo leí", el informe del IPCC, "me quedé sobremanera sorprendido. En primer lugar, ellos tenían 22 autores, pero ninguno de ellos, ninguno, eran especialistas en niveles del mar. Les dieron esa misión porque prometieron que darían la respuesta correcta".
ONU: Alarmismo frente a ciencia
La relación de Naciones Unidas con la ciencia es más que controvertida. No es ya que el IPCC haya elegido una opinión científica, la más alarmista, y acallado otra. Es que en otros ámbitos también prefiere sacrificar el rigor científico con tal de provocar un mayor alarmismo, como ha reconocido la propia ONU en el caso de la epidemia del SIDA.
En una noticia de 20 de noviembre recogida por The Washington Post, "los principales científicos del SIDA de Naciones Unidas tienen previsto reconocer" que ellos "han sobreestimado el tamaño y el desarrollo de la epidemia, que ahora creen que se ha moderado en la última década.
"Tener millones de personas menos con una enfermedad contagiosa", sigue el diario, "es una buena noticia. No obstante, algunos investigadores se han quejado de que las afirmaciones exageradas de los informes de Naciones Unidas han corrompido las decisiones de patrocinio y han oscurecido las potenciales lecciones sobre cómo detener la extensión del VIH". El alarmismo de la ONU tendría, por tanto, un coste en vidas humanas.