Una vez acabado el partido de Champions entre Barcelona e Inter de Milán, un equipo de Intereconomía TV que cubría el partido se dispuso a realizar una encuesta popular entre los aficionados para el programa deportivo Punto Pelota. Sin embargo, a un grupo de energúmenos no les gustó que este medio de comunicación estuviera en los alrededores del Camp Nou.
Cuando los periodistas entrevistaban a un padre y a su hija de 13 años fueron sorprendidos por un grupo de aficionados que portaban camisetas del Barça y banderas catalanas. El equipo recibió insultos de todo tipo como “cabrones, fascistas de mierda e hijos de puta”. Eso sí, todo muy bien dicho en español.
Mientras esto ocurría, dos furgones con Mossos observaban la escena sin intervenir. Sin embargo, la cosa fue a más y de los insultos se pasó a la agresión. Se cebaron especialmente con la periodista, que ahora tiene llevar una prótesis ortopédica cervical a causa de la agresión. Además, el equipo de grabación quedó destrozado. Mientras se sucedían los golpes, que también recibió la niña, la periodista intentaba protegerla gritándoles en catalán: “¡Somos catalanes y culés!”. De nada sirivió.
Ni los gritos de auxilio de la niña ni de la periodista animaron a los agentes autonómicos a reaccionar y defender a los agredidos. Una vez que fueron explorados por los médicos, los miembros de Intereconomía presentaron una denuncia por las agresiones pero también por la pasividad policial.
En comisaria también tuvieron que sufrir varios desprecios. Y es que según cuenta La Gaceta, el trato allí recibido fue en tono de “culpable”. En sus páginas de opinión, este diario asegura que “la libertad de expresión en Cataluña está en entredicho. La honorabilidad de los Mossos, por los suelos. Lamentable”.