L D (EFE) Tres días después de que se produjera el terremoto, que ha causado 571 muertos y más de 400 heridos, se desconoce el cómputo total de la ayuda internacional que ha llegado, así como los criterios de su distribución entre la población afectada.
Desde el pasado martes están llegando incesantemente al pequeño aeropuerto de Alhucemas aviones con ayuda humanitaria procedentes de numerosos países, pero muchos de los damnificados afirman que estas ayudas no les llegan. Decenas de jóvenes de un barrio popular de Imzuren obligaron este viernes a detenerse a un camión que transportaba ayuda humanitaria, y varios de ellos subieron al vehículo y lanzaron buena parte de la carga, principalmente paquetes de harina, botellas de aceite y latas de conserva, a la gente que se arremolinaba a su alrededor.
En un artículo titulado "Especulaciones alrededor de la ayuda", el diario económico "L'Economiste" afirma que una parte de la ayuda está siendo "desviada" y "revendida". "La repulsa alcanza su cenit cuando los damnificados, en lugar de beneficiarse de la ayuda que debería llegarles normalmente, se ven en la obligación de pagarla", señala este diario próximo a los medios financieros de Casablanca, la capital económica de Marruecos.
Desde el pasado martes están llegando incesantemente al pequeño aeropuerto de Alhucemas aviones con ayuda humanitaria procedentes de numerosos países, pero muchos de los damnificados afirman que estas ayudas no les llegan. Decenas de jóvenes de un barrio popular de Imzuren obligaron este viernes a detenerse a un camión que transportaba ayuda humanitaria, y varios de ellos subieron al vehículo y lanzaron buena parte de la carga, principalmente paquetes de harina, botellas de aceite y latas de conserva, a la gente que se arremolinaba a su alrededor.
En un artículo titulado "Especulaciones alrededor de la ayuda", el diario económico "L'Economiste" afirma que una parte de la ayuda está siendo "desviada" y "revendida". "La repulsa alcanza su cenit cuando los damnificados, en lugar de beneficiarse de la ayuda que debería llegarles normalmente, se ven en la obligación de pagarla", señala este diario próximo a los medios financieros de Casablanca, la capital económica de Marruecos.
700 euros por una tienda de campaña
El artículo recoge los testimonios de algunos damnificados que aseguran haber tenido que pagar 100 dirhams (algo menos de 10 euros) por una manta y 7 dirhams por una barra de pan que normalmente cuesta menos de 2. Otro de los damnificados se pregunta "cómo es posible que nosotros tengamos que pasar la noche al raso cuando tenemos al lado camiones llenos de tiendas de campaña, colchones y mantas". Algunos damnificados aseguran que las tiendas de campaña se venden a precios que pueden alcanzar los 8.000 dirhams (unos 700 euros), es decir alrededor de cuatro veces el salario mínimo interprofesional en Marruecos.
Otros diarios achacan estos problemas a la propia impaciencia y anarquía de los afectados y también a cuestiones de orden logístico. "Los saqueos y la anarquía en una situación de crisis humanitaria no han permitido nunca que los equipos de socorro se organicen de manera útil ni permiten tampoco que la solidaridad se exprese de manera óptima", señala "Aujourd'hui le Maroc". Este diario niega que parte de la ayuda humanitaria esté siendo "desviada" y revendida en el mercado negro y considera que estos rumores infundados son los que han provocado "movimientos de protesta y enfrentamientos con las fuerzas de orden público".
"De hecho, por su reacción de pánico en la que se mezclan dolor y miedo, la población impide que la ayuda se organice y llegue a las zonas siniestradas según el orden de prioridades establecido por las autoridades", afirma este matutino, considerado como próximo al ministerio del Interior marroquí.
El artículo recoge los testimonios de algunos damnificados que aseguran haber tenido que pagar 100 dirhams (algo menos de 10 euros) por una manta y 7 dirhams por una barra de pan que normalmente cuesta menos de 2. Otro de los damnificados se pregunta "cómo es posible que nosotros tengamos que pasar la noche al raso cuando tenemos al lado camiones llenos de tiendas de campaña, colchones y mantas". Algunos damnificados aseguran que las tiendas de campaña se venden a precios que pueden alcanzar los 8.000 dirhams (unos 700 euros), es decir alrededor de cuatro veces el salario mínimo interprofesional en Marruecos.
Otros diarios achacan estos problemas a la propia impaciencia y anarquía de los afectados y también a cuestiones de orden logístico. "Los saqueos y la anarquía en una situación de crisis humanitaria no han permitido nunca que los equipos de socorro se organicen de manera útil ni permiten tampoco que la solidaridad se exprese de manera óptima", señala "Aujourd'hui le Maroc". Este diario niega que parte de la ayuda humanitaria esté siendo "desviada" y revendida en el mercado negro y considera que estos rumores infundados son los que han provocado "movimientos de protesta y enfrentamientos con las fuerzas de orden público".
"De hecho, por su reacción de pánico en la que se mezclan dolor y miedo, la población impide que la ayuda se organice y llegue a las zonas siniestradas según el orden de prioridades establecido por las autoridades", afirma este matutino, considerado como próximo al ministerio del Interior marroquí.