Así lo recoge elmundo.es, donde su propietario Fernando Tegedor explica que es el único remedio que le queda antes de arruinarse: "O dejamos fumar o nos vamos a la ruina", asegura.
Y es que, según explica, cuando el pasado domingo se implantó la norma, sí quería aplicarla. Quitó los ceniceros pero al ver que el bar se quedó vacío, los volvió a poner en su sitio. Sus ingresos habían caído un 80%.
En aplicación de la ley, Tegedor ya ha sido denunciado a la Policía, pero él reacciona poniendo un cartel entre las bravas y los calamares del castellonense bar Spirit: "En este bar está permitido fumar", reza.
Las objeciones de los no fumadores Fernando las soluciona con una terraza: si a algún cliente le molesta el humo, le pondrá sin problemas "una mesa en la terraza". El dueño del bar se suma al llamamiento del asador Guadalmina: "Si nos vamos uniendo, no podrán hacer nada", asegura, instando al resto de hoteleros a desobedecer la ley. Defiende que el suyo es "un negocio privado" en el que él establece las normas.
Los inspectores de la Consejería de Sanidad ya han levantado acta. Sin embargo, Tejedor dice que su decisión de incumplir la legislación es "firme" y se debe a que tanto para él como para su socio lo prioritario es "defender el negocio y más en época de crisis".
Los inspectores ya han levantado un acta en la que consta que el bar está incumpliendo la legislación, después de comprobar que "la gente estaba fumando" en el local, "los ceniceros tenían colillas" y en las puertas hay carteles en los que se "indica claramente que el bar es para fumadores". De hecho reza: "Acceso permitido a fumadores. Los no fumadores, bajo su responsabilidad".
Al dueño del bar no le han "nombrado sanciones" ni le han explicado a cuánto ascenderá la multa, según ha dicho, pero asegura que resolverá la situación "como sea" y dejará que sus clientes fumen.
Tejedor ha señalado que el 2 y el 3 de enero abrieron las puertas del local cumpliendo la legislación y detectaron que "la caja bajó entre un 75 y un 80 por ciento", mientras que "la luz, los pagos y las facturas vienen igual".
"No podemos sobrellevar todo esto, es un jaleo. Mi socio y yo decidimos que no quedaba otra alternativa que tirar para adelante. El bar lo hemos tenido lleno durante toda la mañana", ha explicado.
El propietario ha anunciado que están dispuestos a movilizar a más hosteleros e invitarles a que imiten su actitud, para lo que diseñarán un blog en el que "recoger firmas y todo lo que piensa la gente de la ley", y que saldrán "por la ciudad" con el objetivo de que los vecinos les apoyen y firmen en contra de la ley.
"No sabemos la respuesta que va a tener la iniciativa pero vamos a intentar que sea positiva, porque un momento de crisis como éste no es el adecuado para aplicar una ley así", ha afirmado, al tiempo que ha admitido que no fuma y que su compañero, que sí lo hace, lo suele hacer fuera del establecimiento.
Por otra parte, la federación vasca de hostelería ha pedido a todos sus asociados que retiren las 7.000 máquinas expendedoras de tabaco de sus bares, como muestra de su desacuerdo con la nueva normativa y asegurarse de que el Estado no recaude impuestos a su costa. Un hostelero vasco ha tomado la iniciativa y ha destrozado a golpes su máquina de tabaco.